A veces la felicidad consiste en arañarle unos minutos a la muerte. De ser cierto, 180 cerdos son este miércoles los más felices del reino animal, pues la Policía Foral ha acudido en su auxilio cuando enfilaban el camino al matadero de Marcilla, en la Ribera navarra.
No es que los agentes hayan experimentado un arrebato vegano, sino que han percibido cierta tendencia al zig-zag por parte del chófer de su camión, al que han dado el alto y le han hecho soplar. El resultado de las pruebas confirmó las sospechas de los policías forales, pues el conductor del vehículo dio positivo en drogas, por lo que el vehículo quedó inmovilizado y los cochinillos estiraron unos minutos su destino de acabar convertidos en chorizos y jamones.
