El Ayuntamiento de Alfaro se ha hecho con dos nuevas adquisiciones para sumar al patrimonio municipal: los terrenos de la antigua ‘casa del cura’ en la parte trasera de la colegiata de San Miguel y los que podrían destinarse a construir el nuevo cuartel de la Guardia Civil.
El consistorio alfareño ha invertido un total de 339.487 euros a la adquisición del terreno para un posible nuevo acuartelamiento que cuenta con dos parcelas de 1.914 y de 9.904 metros cuadrados. El terreno, que ya fue elegido por la anterior corporación, podría encajar a la perfección con las necesidades para la construcción de un nuevo cuartel tal y como lleva pidiéndose desde hace años. “Es una petición muy recurrente de la Guardia Civil porque las instalaciones en las que se encuentran ahora no están en las mejores condiciones”, explica la alcaldesa de la localidad, Yolanda Preciado. “En algunas zonas hay grietas y la idea es poder cederlo al Ministerio para que se encarguen de la construcción de las nuevas instalaciones”. Todo ello a la espera de mantener una reunión con Delegación de Gobierno para hablar sobre el asunto.
Era hace justo un año cuando el Ayuntamiento de Alfaro daba un paso más en la larga tramitación urbanística y administrativa para poner a disposición del Ministerio del Interior el terreno ubicado en la avenida de Zaragoza número 126. Entonces, su calificación de terreno industrial pasaba a equipamental para poder finalizar el trámite de su compra.
Los pasos para la otra compra, la de los terrenos donde se ubicaba la ‘Casa de los curas’, tuvo su aprobación en el último pleno ordinario de 2023 con los votos a favor de Partido Popular y Partido Socialista y la abstención de Izquierda Unida-Podemos. El pleno aprobó resolver y poner fin al convenio firmado en 2006 entre Ayuntamiento y Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño. Entonces se planteaba construir un inmueble para usos públicos y parroquiales sobre el terreno cedido por la Diócesis al Ayuntamiento. Pasados 17 años, el contenido de ese convenio no se ha ejecutado. Pero toda esa zona trasera de la colegiata de San Miguel ha quedado urbanizada con una plazoleta y las escaleras hacia la plaza Esperanza en las obras de rehabilitación de la colegiata. «Como esa zona ya ha quedado urbanizada y ya allí no ve nadie la posibilidad de hacer un edificio, el Ayuntamiento ha acordado comprarle los terrenos a la Diócesis y que se quede tal y como está en estos momentos”. El precio que ha tenido que sufragar el ayuntamiento ha rondado los 68.500 euros.
Las dos adquisiciones se han realizado de acuerdo con el presupuesto de 2023 para que los importes no afectasen a los presupuestos del próximo año que se aprobarán a lo largo de estos días. “La intención es entregarlos a lo largo de la próxima semana y hacer un Pleno extraordinario para aprobarlos”.
