Cultura y Sociedad

Nacho Guerreros: “Ya no pensaba triunfar cuando me llegó el éxito”

Salir con Nacho Guerreros a dar un paseo por Calahorra (prácticamente por cualquier lugar de la geografía española) supone, siempre, verse obligado a parar cada cinco pasos para saludar, hacerse una foto o charlar con algún conocido o desconocido. El actor calagurritano pasa, como siempre que se lo permite su trabajo, los días navideños en casa. Viene a visitar a sus padres y aprovecha para seguir haciendo deporte, desconectar del ajetreo del día a día madrileño y disfrutar de su entorno más cercano, ese para el que Coque sólo es un personaje y Nacho sigue siendo aquel mozo que se fue a Madrid a sacarse las castañas del fuego y consiguió hacerse un hueco (¡y qué hueco!) en el mundo de la interpretación.

– ¿Qué tenemos entre manos para 2024?

– Empiezo con teatro. El 3 de marzo, cuando aquí estéis en plenas fiestas, estreno ‘Dos tronos, dos reinas’ que está dirigida e interpretada por Nico Pérez Costa. Es un hipotético encuentro que nunca existió entre Isabel I y María Estuardo. Es un proceso de transformación enorme. El autor es Pepe Cibrián, un dramaturgo argentino muy reconocido allí. Estará en los teatros Luchana los domingos de manera indefinida. Y en otoño estreno otra, una producción de Rocambolescas, mi empresa. Se llama ‘Escarcha’. Además, de abril a agosto grabamos la nueva temporada de ‘La que se avecina’. Así que viene un año de mucho trabajo.

– Con sus personajes en el teatro quitamos el miedo inicial a que el personaje de Coque se comiese a Nacho Guerreros. Que lo encasillasen sólo con el humor.

– Con esto se demuestra que cuando más mayor soy más trabajo tengo. La realidad es que he aprendido a relajarme con este tema. Hagas lo que hagas esta serie llega a tantos millones de personas que es imposible comparar cualquier trabajo que haya hecho o vaya a hacer con lo que supone Coque. Nunca voy a llegar a tanta gente. Es verdad que he podido compaginarlo con trabajos diferentes en el teatro que me gustan mucho. Pretender eclipsar a Coque es imposible, además tampoco quiero porque es un personaje al que quiero mucho. No quiero que Coque falte en mi vida, estaré allí hasta que la serie cierre la puerta pero también me gusta hacer otras cosas.

– Pero el teatro es el que permite hacer otro tipo de registros, en la mayoría de los casos personajes muy serios y muy complicados.

– También cuando hablamos de Coque es muy complicado y muy serio pero es tan familiar para el público que parece más sencillo. Hay veces que a la gente le parece fácil porque no distingue entre el personaje y el actor. La gente me ve y piensa que soy Coque, que voy a ir con la cresta y voy a tener esa voz tan peculiar. Pero hay un registro de composición del personaje muy complicado. Además la comedia en España está un poco denostada pero a mi me parece complicadísimo hacer comedia y sobretodovconseguir  enganchar al público más joven que están acostumbrados a desconectar fácilmente hoy en día.

– El salto lo da con ‘Bent’, la obra que le cambia la vida.

– Fue muy en paralelo a ‘Aquí no hay quien viva’, pero es verdad que ‘Bent’ me cambia en lo profesional y en lo personal. Yo tenía entonces 34 años. No era ningún chiquillo. La gente, y yo también, pensaba que para esa edad ya tenía que haber tenido éxito. Me sentía muy presionado. Es por el tema del edadismo: hay que triunfar profesionalmente con cierta edad, casarse con otra, tener hijos… y eso en el mundo del arte es muy distinto. Hay actrices como Terele Pavez que triunfó más siendo mayor que de joven. Esto también me ha enseñado a no esperar, todo lo que me ha venido lo he recibido con los brazos abiertos. Porque yo ya no esperaba triunfar en la interpretación cuando me llegó todo esto. Pensaba que podría hacer cosas como aficionado pero no vivir de ello. A esa edad pensaba que era ya mayor para el éxito.

– ¿Cómo se lleva la popularidad durante tantos años?

– Yo es que recuerdo muchos las sombras. Este oficio tiene muchas luces pero también muchas sombras y yo prefiero las luces. Prefiero que la gente me pare por la calle y que me digan cosas bonitas, que se hagan fotos conmigo. No me molesta en absoluto. Es verdad que ya no soy tan joven y ya no salgo tanto por la calle pero todo lo que he vivido gracias a la popularidad ha sido positivo. Además tengo la suerte de que Coque es muy querido, hay actores que hacen de villanos que lo tienen más complicado. Son actores bestiales porque consiguen transmitir esa maldad de sus personajes. A mi me pasaba en los 90 con JR, el malo de Dallas.

 

Foto: EDMA

– A la gente le sorprenderá verlo en teatro con personajes tan distintos a Coque.

– Sorprende mucho. Además siempre intento interpretar personajes que reivindiquen aspectos sociales. Me gusta mucho interpretar personajes que estén en la marginalidad, me divierte mucho. No me gustaría estar en la situación real de Coque o de Mario, en Juguetes Rotos, pero me gusta mostrar esas realidades con las que no nos encontramos habitualmente.

– Y por lo que dice de la nueva obra, otra vez subido a unos tacones.

– Creo que no hay ningún actor español que haya interpretado aún a Isabel I de Inglaterra. Es una transformación total, es lo que me encanta de este trabajo: conseguir que no reconzcan a Nacho. Es un reto que me da mucho miedo porque es una obra en verso y es muy sencilla de escuchar pero muy difícil de memorizar. Así que llevo todo un mes con el tema de la memorización. Empiezo a ensayar este viernes y me quita el sueño porque quiero hacerlo muy bien.

– Sigue siendo extremadamente exigente con su trabajo.

– Sí, porque la gente paga por vernos y me siento muy reponsable. Mi oficio requiere mucha responsabilidad. Cuando veo a compañeros que frivolizan con el oficio me sienta fatal porque creo que nos olvidamos del arte dramático que es lo esencial.

Foto: EDMA

– Me decía:”Me gusta hacer obras que reivindique aspectos sociales”. Si algo caracteriza a Nacho en su faceta personal es el compromiso social.

– Soy comprometido porque vivo en el mundo. Creo que el teatro es un lugar perfecto para reivindicar determinadas cosas. No soy activista de nada pero si tengo que dar visibilidad a algo me presto para lo que haga falta. El teatro y las series son un reflejo de la sociedad. Desde la comedia y desde nuestra serie también se reivindican muchas cosas. Es verdad que está todo muy caricaturizado pero se muestran problemas reales y muchos dramas. Los personajes de ‘La que se avecina’ viven en un drama permanente, nada les sale bien, son unos auténticos perdedores.

– La desgracia da mucho más juego, ser perfectos es un aburrimiento.

– Efectivamente y además es imposible. Nunca le vas a gustar a todo el mundo.

– Eso lo aprendó en las redes sociales.

– Y eso que no tengo muchos ‘haters’. Pero veo comentarios que me hacen pensar lo impune que es hablar en las redes sociales. Es una cosa que no entiendo, creo que debería haber límites.

Foto: EDMA

– Fue muy claro con temas como el bulling.

– Ahí lo que falta es implicación de las instituciones y de los padres. Habría grupos de whatsapp de padres que deberían estar penados por ley. La educación tiene que venir desde casa y hay veces que ves a absolutos irresponsables. Veo que van a prohibir el móvil en los institutos, creo que llegamos tarde, era un tema que estaba pidiéndose a gritos. Es que hay que limitar algunas cosas. Algo no hemos estado haciendo bien desde hace lustros y hay que pararlo. Los jóvenes, que son maravillosos en muchos aspectos como el feminismo o el compromiso social, cada vez viven más tristes. Estas personas van a crecer y no tengo claro si van a ser capaces de tolerar los envites que les depare la vida.

– La palabra elegida por la Fundeu este año es polarización.

– Es que todo es conmigo o contra mi. Creo que las redes que son maravillosas para algunas cosas, son muy perjudiciales para otras. Es verdad que son siempre las mismas personas que hacen mucho ruido, personas que no saben de nada y opinan de todo. Aún así son unas plataformas que son una maravilla y que permite mostrar trabajos buenísimos sin tener que ir con el currículum de puerta en puerta como teníamos que hacer nosotros. Pero mal utilizado… Por eso creo que hay que poner límites.

– ¿Que le parece lo de las cancelaciones de algunas obras por motivos ideológicos?

– Yo he sufrido censuras desde que hago teatro. Con ‘Bent’ y con ‘Juguetes Rotos’ mucha gente pensaba que a quién le importaba la vida de esas personas tan marginales, que no iba a funcionar. Pero es el público el que tiene que decidir lo que gusta y lo que no. Por eso monté mi productora para ser libre a la hora de elegir temas. El problema es cuando esa censura llega de las administraciones públicas. Con dinero público la opinión personal de un concejal del partido que sea no tiene que interesarle a nadie. Cancelar una obra ya programada además es un destrozo económico para una compañía.

– Muchos también se quejan de las subvenciones al cine y al teatro español.

– Pero si son poquísimas las que llegan a estos sectores. Además a partir del momento en el que un partido político se sustenta con dinero público cualquier sector también tiene derecho a recibir fondos. Hay películas que se pueden estrenar gracias al esfuerzo económico de muchas personas. Mi trabajo lo financia mi empresa y mi banco, no me subvenciona nadie.

Foto: EDMA

– ¿Qué le da el teatro?

– La cercanía con el público. Se nota mucho cuando la gente engancha con la obra. Es muy chulo cuando ves que la gente se ríe o se emociona en los momentos que tu tenías en la cabeza que lo iban a hacer. Hacer teatro es un privilegio. El feed back es maravilloso.

– ¿Se ha recuperado el sector después de la pandemia?

– Creo que no. No tengo datos pero es todo un poco raro porque hay obras que funcionan muy bien y otras a las que les cuesta mucho llenar. Es verdad que empieza a haber un turismo teatral que es una pasada y me encanta. Madrid, por ejemplo, se está convirtiendo en la capital de los musicales por delante incluso de Londres.

– ¿Qué le gusta ver a Nacho Guerreros como espectador?

– Veo un poco de todo. Hay un peligro que es que cuando la crítica es buena en seguida te quedas sin entradas como me ha pasado con Poncia en el Teatro Real. Ahora tengo entradas para lo último de Vicky Luengo. Además hay que compaginar el apoyo a amigos y también me gusta mucho el microteatro, No tengo un perfil definido. Lo que va surgiendo. Soy muy de series; más que de películas. Estoy terminando The Crown. He visto muchos documentales. ‘As bestas’ de Sorogoyen me encantó, es un peliculón que retrata muy bien la sordidez del mundo rural que los que vivimos en Madrid la tenemos un poco idealizada. Otra película que me ha encantado es ‘Matria’, es una bestialidad el trabajo de María Vazquez y también he visto hace poco ‘Que nadie duerma’ de Malena Alterio, que es espectacular.

Foto: EDMA

– ¿Cómo es un día de Nacho Guerreros?

– Madrugo mucho. Me gusta levantarme pronto para hacer deporte. Luego rodamos. Si no tengo teatro me pongo a estudiar y si tengo teatro a ensayar. Eso sí, el domingo es día de rastro si estoy en Madrid. Me gusta comprarme ropa y objetos, que soy muy coleccionista. Además me gusta leer, ver series, viajar… soy de gustos sencillos, no de tirarse en paracaídas y esas cosas.

– De repente le dio por el deporte.

– Estoy emocionado porque he competido en la Hyrox, una prueba de 8 kilómetros con ocho pruebas de fitness (workouts) en parejas. Me encantó, hay una el 2 de marzo en Madrid. Estoy inscrito pero como estreno al día siguiente creo que va a ser imposible participar así que lo haré en la de Málaga. Empecé pasados los treinta a hacer deporte. No había sido un joven deportista, por un lado porque no había tantas opciones y por otro porque tampoco me llamaba mucho la atención, pero me empezó a picar el gusanillo y ahora no concibo mi vida sin hacerlo, forma parte de mi rutina diaria.

Subir