Salud

La importancia de los buenos diagnósticos en los tratamientos de la piel

FOTO: Fernando Díaz

Dicen que los ojos son el espejo del alma, pero hay otra parte igual de reveladora, la piel. Se trata de nuestra ‘armadura’. Un órgano vivo en constante cambio que nos protege contra los elementos externos, por ello es necesario mantener sus propiedades con un cuidado óptimo que pasa, fundamentalmente, por la prevención y los tratamientos adecuados.

Cuando hablamos de piel hablamos de estética y salud. Así lo asegura el doctor Albert Mas Vidal, dermatólogo del centro Dermatria (calle Pintor Rosales, 5, Logroño). “Tratamos enfermedades de la piel tanto a nivel de niños como de mayores. Además, llevamos a cabo cirugía (biopsias cutáneas, queratosis seborreicas, carcinomas…) y tratamientos estéticos dermatológicos. Siempre bajo una supervisión médica”.

FOTO: Fernando Díaz

En el ámbito de la estética, Mas advierte que lo primero que hay que hacer es un correcto diagnóstico, y para ello es esencial la labor del médico, en este caso del dermatólogo. “Cuando llega un paciente a la clínica para un tratamiento estético lo primero que hacemos es una valoración en la que vemos qué tipo de mancha, arruga o problema tiene. A partir de ahí y con el diagnóstico, decidimos cuál es el tratamiento más adecuado para esa persona”.

Y es que, si hablamos de manchas, no todas pueden quitarse con láser. Unas son hormonales, otras de envejecimiento, y otras menos buenas, “así que utilizamos un equipo de cámaras que hacen una serie de fotografías secuenciales con luz ultravioleta, luz polarizada, natural y amarilla para resaltar los problemas de la piel tanto en la superficie como en la parte media y en la profunda”.

Entre los problemas habituales que se tratan con el láser, -en el caso de Dermatria un láser médico más potente y seguro-, se encuentran los léntigos (mancha benigna de la piel que puede aparecer desde la infancia o adquirirse con los años, en general motivado por la exposición al sol), la queratosis seborreica (afección que causa crecimientos similares a verrugas en la piel. No son cancerosos), la desaparición de venitas en la piel provocados por la rosácea, el borrado de tatuajes o tratamientos de rejuvenecimiento facial, “pero siempre partiendo desde un diagnóstico previo y correcto”.

FOTO: Fernando Díaz

El doctor Mas inciden en la importancia de una buena evaluación porque “hay manchas que no se pueden quitar de ninguna forma, y otras que, solo con crema llegan a desaparecer. Incluso hay casos en los que se combinan crema y láser. Cada paciente es un mundo, por eso personalizamos los tratamientos”.

El responsable del centro Dermatria explica que hay varios tipos de manchas: las más oscuras o hiperpigmentadas depende de factores como el sol, las hormonas, el propio envejecimiento de la piel o procesos inflamatorios previos. Pero también son habituales las manchas blancas o hipopigmentadas, también llamadas máculas acrómicas. “Las encontramos sobre todo en brazos y piernas y son pequeñas cicatrices que nos ha dejado el sol por la exposición acumulada”. Estas concretamente no tienen tratamiento. Otras como el vitílego pueden asistirse con procedimientos farmacológicos y láser con resultados muy favorables.

Prevención y revisiones

Albert Mas advierte también que muchos pacientes que acuden al centro por cuestiones estéticas se encuentran que lo que parecía una mancha por envejecimiento se trata de una enfermedad de la piel, una lesión pre maligna o un tumor, “procesos que no podemos tratar con láser sino con cirugía. De ahí la importancia de un buen diagnóstico”.

El doctor confiesa que desde hace unos años ha aumentado la concienciación sobre las visitas al dermatólogo para llevar a cabo revisiones de lunares, “citas que deben convertirse en rutinarias ya que podemos detectar otro tipo de lesiones o atajar el problema antes de que se convierta en algo peor. En la mayor parte de los casos afortunadamente no tienen mayor trascendencia, pero es fundamental la prevención”.

Subir