El Rioja

Javier Gurría: “La digitalización es el medio que nos permite llegar al objetivo”

Logroño ha acogido este mes la 7º Conferencia Mundial de Enoturismo, un evento en el que las nuevas tendencias digitales han ocupado un lugar principal en las reflexiones sobre el desarrollo del enoturismo. Bajo el lema ‘Enoturismo inclusivo, sostenible y digital: hacia una mayor cohesión territorial’, expertos del sector representantes de las regiones vitivinícolas más importantes a nivel internacional exploraron las nuevas estrategias para la evolución del sector.

Javier Gurría, cofundador y director de Proyectos de JIG, empresa encargada de desarrollar la plataforma de inscripción del congreso, resalta la importancia de unir tradición e innovación “como acelerador para poner en valor nuestra cultura y lo que el vino representa”. “Implementar tecnología nos permite modificar el resto de procesos, provocando un cambio de ritmo y beneficiando el desarrollo del turismo enológico”, resalta.

La plataforma de gestión de reservas para el registro de inscripciones ha recogido, almacenado y administrado los datos de los asistentes en su preinscripción. Su implantación ha permitido que los organizadores realicen acciones más eficaces, rentables y con mayor retorno, favoreciendo la experiencia del cliente y mejorando los procesos de comunicación de esta séptima edición.

“Nuestra forma de entender la digitalización no es como un objetivo, sino como el medio que nos permite llegar a él”, ha afirmado Gurría en la sesión del congreso ‘Desbloqueando las ventajas de la digitalización para el enoturismo’. “Debemos tener claro cuál es el fin de los avances que queremos implantar y pensar cómo realmente esas innovaciones pueden ayudar a evolucionar y realizar de forma más efectiva nuestro trabajo”, continúa. “La digitalización nos dota de un gran tesoro: el buen dato, la información que puede aportarnos valor a nuestro negocio”, resume. Para JIG, es vital elegir qué datos son interesantes recoger para gestionarlos y adaptar la experiencia a lo que el usuario está buscando.

El nivel de digitalización de las bodegas es muy diverso. Para la tecnológica, la clave está en poner el foco en el cliente final, creando servicios más “accesibles, directos y sencillos”. Las nuevas herramientas son capaces de mejorar la eficiencia de las labores de trabajo, facilitando y automatizando tareas que antes se llevaban a cabo mediante hojas de cálculo o anotaciones en papel. Eso permite que los profesionales puedan enfocar su tiempo y esfuerzo en otras cuestiones, centrándose en el cliente y en mejorar su experiencia.

JIG trabaja junto a distintas bodegas y asociaciones en sus procesos de digitalización. “Me gustaría poner en valor la unión de más de 25 bodegas en Rumbowine.com, la primera plataforma enoturística para bodegas desarrollada por bodegas”, cuenta el director de Proyectos. “A través de ella, es posible reservar diferentes experiencias en una sola compra. Un gran hito a nivel tecnológico por la integración de motores de búsqueda y por la colaboración grupal en un mismo proyecto”, resume. Gurría destaca también las asociaciones Bodegas de Logroño y Barrio de la Estación, que desde sus webs venden servicios ‘online’ de visitas de forma conjunta “mostrando que la digitalización no solo es posible de forma separada, sino también en conjunto”.

En un mundo donde lo analógico ha quedado obsoleto, la experiencia de los amantes del vino se transforma. La digitalización se presenta como una opción que acerca y acelera la transformación del sector, creando una experiencia completa y global y permitiendo que el turista se adentre en la cultura vinícola de la región, manteniendo, como eje imprescindible, su identidad y valores.

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