La exposición ‘La ciudad deshumanizada’ muestra quince pinturas realizadas con distintas técnicas sobre “la soledad de la ciudad desligada del ser humano, aunque este se encuentra implícito en todas las construcciones”, ha afirmado a EFE su autor, el pintor Carlos López Garrido.
“Después de la pandemia, todo el mundo vio que las ciudades podían ser como están mostradas en esta exposición, completamente vacías, lo que, al final, tampoco es muy diferente a cómo eran en su momento”, ha explicado López Garrido (Logroño, 1968). “Me gusta desligar al ser humano de la realidad de mis obras”, ha indicado este pintor, una de cuyas obsesiones, durante las últimas dos décadas, ha sido la de “representar la ciudad en sus múltiples variantes y puntos de vista”.
En estas obras que muestra ahora, “importantes” en su carrera pictórica, trata de “exaltar la belleza del momento, donde la naturaleza adquiere un rol destacado, donde sus historias escapan de la realidad transcurriendo únicamente en mi subconsciente”. “Me alejo de la dureza de la línea pura que caracteriza a las ciudades para romperlas y suavizarlas, para diluirlas”, ha subrayado López Garrido, para quien “se aprecia cierto halo de nostalgia y melancolía” y son “ciudades-fantasma, donde desaparece cualquier atisbo de humanidad”.
La encáustica y el óxido
Ha añadido que, cuando expone sus trabajos, suele haber diferentes técnicas, como óleo, acrílico, mixto, y, en este caso, también hay encáusticas y óxidos. De las quince obras que componen ‘La ciudad deshumanizada’, que se inaugura este jueves, la mayoría se han realizado de forma exclusiva para esta exposición, en la que priman, como en el resto de sus trabajos, “los temas urbanos, siempre, en soledad, es decir, sin acompañamiento de ningún tipo de personas, coches ni mobiliario”, ha precisado.
FOTO: EFE/ Raquel Manzanares.
Ha destacado que la gran mayoría son obras pequeñas porque la sala de la UNED de Logroño donde se muestran tampoco es muy grande, y casi todas están hechas sobre papel mediante diferentes técnicas, entre otras, la encáustica, que “está muy en desuso y hace muchísimos siglos que se inventó; ya está todo inventado”.
Esta técnica, ha proseguido, consiste en utilizar cera de abeja con resina y mezclada con pigmentos que se emplea para pintar sobre el lienzo y, luego, se aplica calor para que se pose la pintura y quede como debe quedar: fina y elegante”.
La encáustica es “una técnica más difícil de hacer y de acceder, pero el resultado merece la pena, no siempre es cuestión de atajar”, ha destacado López Garrido, quien ha apuntado que en las obras que se pueden ver desde este jueves también ha empleado óxidos, que se obtienen del polvo de hierro mezclado con agua y con resinas.
FOTO: EFE/ Raquel Manzanares.
“Es un tipo de técnica diferente y no va a haber mucha gente que la utilice llevada a la figuración, porque sí que he visto a artistas que trabajan con óxidos, pero en obras más abstractas, de manchas, o más gestuales”; ha asegurado, “sin embargo, llevadas a la figuración es más complicado”.
“Manejo la realidad a mi antojo”
Entre los paisajes urbanos que se pueden encontrar en “La ciudad deshumanizada”, que puede visitarse hasta el 19 de enero de 2024, se encuentran las calles de Logroño, Pekín y Nueva York, por lo que, ha apuntado, “no hay nada inventado” en estos cuadros.
Sin embargo, “muchas veces manejo la realidad a mi antojo, es decir, cuando algo me sobra, lo quito, y, cuando algo me falta, lo pongo”, ha expresado este pintor, para quien “la gente no tiende a mirar bien las ciudades desde arriba, la gente solo ve la calle y va, más o menos, a lo suyo”.
Sobre sus proyectos futuros como artista, López Garrido ha indicado que tiene “un par de exposiciones por delante” y en breve pintará unos murales en los pueblos riojanos de Arnedillo y Santa Eulalia Bajera.
