Noche de sobresaltos en el Hospital Fundación de Calahorra. Durante la madrugada de este pasado sábado ingresó un individuo en ambulancia con notables signos de ebriedad y fue trasladado a un box, donde comenzó a escupir al personal sanitario del centro. Fue el vigilante de seguridad que desempeñaba entonces su turno quien intervino encerrando al hombre en la sala y llamando a la Guardia Civil. Los agentes lo escoltaron hasta la salida y lo sacaron del recinto hospitalario, pero ahí no se quedó la cosa.
“Dos horas después, en torno a las 5:30 horas, el individuo volvió a entrar al hospital y comenzó a increpar e insultar al personal sanitario intentando incluso agredir a las enfermeras, así que actué realizando una contención mientras él seguía pegando patadas a las trabajadoras y al mobiliario del centro y lanzando amenazas”, relata a NueveCuatroUno el propio vigilante de seguridad que actuó en el suceso.
Fue entonces cuando comunicó lo sucedido, esta vez a los agentes de la Policía Local (“los de la Guardia Civil se encontraban entonces mismo en el cambio de turno”), quienes lo llevaron de nuevo a la salida del centro, sin interponerle denuncia alguna.
Aún hubo una tercera vez en la que el individuo intentó entrar de nuevo en el hospital, aunque en esta ocasión no logró llegar al interior porque lo echaron antes. “No es habitual sufrir este tipo de situaciones en el centro, pero hay que tomar medidas para que se vele por la seguridad del personal médico que trabaja aquí. Además, este chico ya es un conocido de la Policía Local con más antecedentes”, asegura el vigilante.
