Los jóvenes llevan esperando el momento del cohete todo un año, pero los que ya lo han vivido desde su juventud y a los que el cuerpo les pide otra cosa han cambiado las camisetas blancas y la bota al cuello por la mesa y mantel de bares y restaurantes que han puesto de moda el almuerzo mateo con menús especiales.
Una tradición que ya se ha instalado en las cuadrillas logroñesas antes, durante y después del cohete. Y es que hay que hacer colchoncito antes de sumergirse en un día al que se le multiplican las horas y sabes cuándo sales de casa pero no cuándo llegarás.
El estómago tiene que estar preparado, y qué mejor que unos huevos con jamón, chorizo frito, panceta, patatas fritas, una ensalada (eso siempre viene bien), lomo con pimientos, un poquito de morcilla… para encarar el día del cohete con fuerza y energía. Algunos, incluso se lo montan por su cuenta y sacan varia mesas a la calle con un poquito de embutido, buen vino y el porrón. Que aproveche y sea fructífera la primera jornada de fiestas.
