San Mateo

Todo sobre las barracas de San Mateo, que alzan el telón este sábado

Las luces, la música y el olorcito a churros o algodón de azúcar vuelven al recinto ferial de Las Norias del 16 al 25 de septiembre. Desde este martes, los primeros feriantes en aterrizar en Logroño han comenzado a montar un complejo que estará formado por 85 atracciones: 38 aparatos entre mayores e infantiles, “una cifra muy considerable”, además de casetas, churrerías, tómbolas, bares…

Nadie lo puede negar. La tradición de cruzar el puente y pasar un ratito en el recinto ilusiona casi por igual a grandes y pequeños, aunque estos últimos sigan siendo los más felices ocupando el puesto de conductor de un camión de bomberos con derecho a campana. Atracciones cada vez más sofisticadas que los feriantes no dudan en traer a Logroño por San Mateo, “un punto de referencia en el que, aunque hay competencia con otras capitales, el 80 por ciento de los que montan son habituales”.

Y eso que con los años la situación de los feriantes ha dado un importante giro, y esta vez no por la pandemia, que un poquito también, sino por la jubilación de muchos de sus trabajadores que llevan todo una vida en la carretera montando y desmontando. “Cada vez va entrando más gente de fuera en este negocio. Los españoles se van retirando y no encuentran relevo en sus hijos, así que vende sus casetas o aparatos a los portugueses”.

Pedro confiesa que son personas muy trabajadoras y competentes que “se han adaptado muy bien a nuestro sistema entrando a formar parte de las asociaciones. Se dedican de lleno a la feria y normalmente son familias grandes con muchos hijos, todos en el negocio”.

Precisamente los nuevos feriantes acompañarán a ‘los de toda la vida’, algunos de ellos riojanos, durante una semana en Las Norias a partir de las 17 horas todos los días. La hora del cierre “dependerá del público que haya en el recinto y el fin de semana se alargará algo más”. El lunes 25 le tocará el turno al Día Popular, más conocido por todos como el Día del Niño.

Cambio de ubicación

El secretario reconoce que las negociaciones están en punto muerto y más con el cambio de corporación, “pero nosotros seguimos revindicando nuestras ideas, aunque no es fácil”. Arnedo reconoce que cambiar un recinto ferial “cuesta mucho” en todos los sentidos, y más cuando “el Ayuntamiento hizo este espacio, que es muy amplio y cómodo, pero le falta lo que le falta, el ambiente”.

Ellos creen que la zona del Palacio de Deportes sería una alternativa buena. “Sabemos que es complicado porque hay muchas viviendas y quizás no hay un espacio lo suficientemente amplio, pero por probar un año no pasa nada”. Los feriantes están dispuestos a trabajar con generadores para que el Ayuntamiento no haga ningún tipo de gasto, “y si vemos que esa zona funciona mejor, haremos hincapié en el cambio”.

Y es que “lo que nos falta en Las Norias es noche”. Pedro explica que la gente a última hora no se acerca a las barracas, a partir de las 22 empiezan a quedarse vacías y los aparatos de adultos “no funcionan como tenían que hacerlo. Eso es precisamente lo que hace que muchos no quieran venir a trabajar a Logroño y se queden en Valladolid, Salamanca u Oviedo”.

Sea como fuere, cerca o lejos del centro de Logroño, melodías como ‘¡Y le toca otro jamón, choricito y salchichón!’, ‘¡El ocho campeón de la competición! o ‘Ya está la rueda girando y los corazones palpitando’, ‘¡Y ¿dónde te ha tocado? En la tómbola Antojitos’, volverán a resonar en las cabezas de los logroñeses y visitantes durante “una semana sagrada” para los feriantes.

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