Toros

Una muy buena novillada de Pincha y detalles de Olga Casado en el cierre de Aldeanueva

Finalizó hoy la feria de novilladas de Aldeanueva de Ebro con 23° menos de temperatura de cuando empezó el pasado jueves. También lo hizo con la lidia de un excelente novillo de ‘Pincha’, que destacó y marcó las diferencias entre el buen aire que tuvieron en conjunto los erales del ganadero de Lodosa.

Ese gran novillo que decía fue el lidiado en tercer lugar, dicho sea con permiso del cuarto, y aunó fijeza, exigencia, movilidad, galope, repetición, sin, ritmo, transmisión, humillación y recorrido. También durabilidad y marcó querencia por los medios. Un excelente novillo.

Y claro, ante tales virtudes, no era empresa fácil ponerse delante de aquella máquina que nunca dejó de embestir. Desbordó un tanto el de Pincha a Estrella Magán. Fue una faena larga, sin mucho gobierno y casi siempre a merced del eral. Pero insisto, no era nada fácil estar a la altura de aquel gran novillo, que, por cierto, tan solo fue premiado con unos pocos aplausos cuando se lo llevaban las mulillas. La vuelta al ruedo en el arrastre hubiera sido lo justo. Cosas de las autoridades cuando se suben a los palcos, ya se sabe.

Para entonces, los dos novillos de Pincha lidiados con anterioridad habían ofrecido no pocas opciones para el triunfo. La mayor virtud de Estrella Magán en su primero estuvo en todo lo que bajó las telas y sometió a su enemigo. Faltó, eso sí, reunión y ajuste. Aquella manera de imponerse sirvió para limar el incómodo cabeceo en los finales de las embestidas del novillo de Pincha. El final del trasteo resultó tropezado. Magán tardó en acertar con la espada.

Si a Olga Casado se le notó la lógica falta de experiencia, también atisbó no pocas virtudes para abrirse paso el día de mañana en la difícil profesión del toreo. Desde su primer y ajustado quite por gaoneras. Unos toreros doblones por bajo a modo de inicio y pronto la muleta en la mano izquierda. Ofrecía Casado siempre el medio pecho en los cites para pasárselos muy cerca. También para aguantar parones sin rectificar la colocación. Valor sereno y buen concepto es lo que ha de pedírsele a cualquiera que quiera ser torero. Olga Casado tiene de lo uno y de lo otro. Lo que peor hizo (y lo hizo muy mal) fue descabellar.

De gran calidad fue el cuarto novillo. Más parado y de inicios más bruscos quizás. El de Pincha fue alargando los viajes, siguiendo con fijeza la muleta de Casado, repitiendo esas buenas embestidas y siempre yendo a más.
Volvió a cimentar su obra Casado en la mano izquierda. También con aquella buena colocación y aquel buen trazo. En redondo también llegaron momentos importantes. Una serie de rodillas corroboró dominio e impostura. Volvió a fallar con los aceros. Cuestión de práctica. Los mimbres ahí están.

Plaza de toros de Aldeanueva de Ebro. Cuarta y última de feria. Casi lleno. Erales de Pincha, correctos de presentación y muy buen juego. Destacaron los lidiados en tercer y cuarto lugar.

– Estrella Magán: silencio tras aviso en ambos.

– Olga Casado: silencio tras dos avisos y saludos tras aviso.

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