La lluvia en verano, en pleno periodo de sequía, es sinónimo de alegría. Pero nada comparado con la algarabía que se desata los primeros de agosto en Quel desde 1479 con la Fiesta del Pan y el Queso, declarada como Fiesta de Interés Turístico Nacional, que este domingo ha vuelto a regar a unas tres mil personas en la campa de la ermita de la localidad.
Los codazos para conquistar una ubicación estratégica para hacerse con una de las barras de pan y el queso lanzado desde la balconada han vuelto a revivir una de las tradiciones más antiguas de España, que tiene su origen en la epidemia de peste que a punto estuvo de hacer desaparecer la población en el siglo XV, cuando solo sobrevivieron diecisiete de sus cincuenta habitantes.
FOTO: EFE/ Raquel Manzanares.
Multitud de queleños y vecinos de otras localidades se han congregado en la campa de la Ermita de Quel, desde cuyo balcón se han lanzado 2.800 bollos de pan y 60 kilos de queso, como si de una lluvia se tratara, en una tradición que se ha revivido en toda su esencia.
Los actos han comenzado, como cada año, con la procesión hasta la ermita, tras cuya eucaristía, la lectura de la carta fundacional y el tradicional almuerzo de los cofrades se ha procedido al lanzamiento de las tortas y el queso.
Entonces, los queleños concluyeron que la enfermedad tenía su origen en sus pecados y decidieron ponerle remedio con la fundación de una cofradía que culminaba su procesión en la Ermita de la Santa Cruz con un almuerzo a base de pan, queso y vino, que compartían con todos los vecinos lanzándolos desde el balcón.
La tradición ha pervivido casi intacta durante los últimos 544 años, multiplicando la asistencia de visitantes que pugnan por su ración con imágenes tan llamativas como estas.
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- FOTO: EFE/ Raquel Manzanares.
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