El Gobierno central se ha encontrado con ciertos escollos a la hora de avanzar con la construcción de centros de acogida a refugiados comprometidos antes de las elecciones municipales del 28 de mayo. El cambio de color político en algunos ayuntamientos sitúa el futuro de estos centros en el plano de la incertidumbre y el de Logroño es uno de los tres que preocupan especialmente al Ejecutivo.
Así lo asegura la secretaria de Estado de Migraciones, Isabel Castro, en las páginas del diario El País, donde relata las trabas que su gabinete se está topando para allanar el futuro de estos centros en la capital riojana, Valladolid y Camargo (Cantabria). En el último de estos municipios PP y Vox ya han dejado claro que no quieren un centro de refugiados en su término municipal, mientras que Logroño y Valladolid prolongan su decisión, reclamando más información sobre los proyectos.
Aun así, las perspectivas desde la Secretaría de Estado son distintas en uno y otro caso. En Valladolid el PP gobierna con Vox, que se opone “frontalmente” a construir el centro, mientras que en Logroño el Partido Popular goza de mayoría absoluta, lo que lleva a Moncloa a un “moderado optimismo”.
El ministro Escrivá, en Logroño. FOTO: EFE/ Raquel Manzanares.
Según detalla El País, el Ayuntamiento y Migraciones han mantenido ya “contactos telefónicos” sobre el futuro del centro, cuya tramitación está a la espera de un acuerdo de enajenación de la parcela sobre la que se levantará, que debe comprar el Ministerio por casi tres millones de euros.
Con estos nuevos centros, que disponen de una capacidad de entre doscientas y trescientas camas, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones confía en ampliar con 5.700 plazas adicionales la red de acogida para personas que han solicitado el asilo, que proceden fundamentalmente de Latinoamérica, Ucrania y Afganistán.
