La Rioja

“La mejor opción para el eje ciclista de Logroño es la que ya hay”

Durante el Pleno municipal de este jueves Pedro Ballesteros, representante de una agrupación de colectivos, asociaciones y personas que ven el uso de la bicicleta como una oportunidad para construir un Logroño mejor, ha intervenido para expresar la preocupación ciudadana ante los anuncios de reversión de infraestructuras para una movilidad más sostenible en Logroño.

Ballesteros ha señalado que “el carril bici de Avenida de Portugal no está mal diseñado y es perfectamente seguro desde la experiencia ciclista de uso. Es más, este trazado de calle de doble sentido ciclista aparece como referencia en la Guía de Diseño de Infraestructuras Ciclistas del MITMA”.

Además, ha añadido que las nuevas vías ciclistas de Logroño adoptan una configuración unidireccional mucho más segura, con la que pocas ciudades españolas cuentan aún. Siguen el modelo técnico de los llamados “Estándares de Oslo”, una actualización del método danés de buenas practicas, que cuenta con el Premio Europeo en Seguridad Vial de Infraestructura Ciclista. “Avenida de Portugal, Duquesa de la Victoria, María Zambrano o Muro de la Mata son, sencillamente, calles de doble sentido para bicicletas, y de uno solo para todo el resto de tráficos”.

El representante ha destacado que sus dimensiones a estándares europeos son las adecuadas para pacificar el tráfico a motor, mejorar la seguridad ciclista con la práctica segura en carriles compartidos con el resto de vehículos y en un carril propio en el otro sentido, y para posibilitar la ciclologística del futuro.

Tanto la Estrategia de Movilidad del Plan de Acción de la Ciudad de Logroño de agosto de 2022 como una Red Básica de Vías Ciclistas en el PMUS 2013-2025 fueron aprobadas por unanimidad o sin votos en contra.

“Defendemos intereses de ciudad y no sectoriales. Los medios de transporte no contaminantes que contribuyen a la lucha contra el cambio climático y a la reducción de la contaminación, del ruido y de la siniestralidad del tráfico, algo que beneficia a todas las personas, independientemente de cómo se desplacen o de sus opciones políticas. La evolución de la siniestralidad en la cuidad durante los últimos años así lo demuestra. En definitiva, la red de vías ciclistas es una infraestructura que beneficia a toda la ciudad, también a quienes no la usan”.

Ballesteros ha proseguido diciendo que suele escucharse que la infraestructura ciclista dificulta la acción de los servicios de emergencia, sin evidencia que las sustente. Sin embargo, “tenemos constancia de servicios de salud que no constatan ningún retraso en los tiempos de respuesta y que por el contrario, gracias a las nuevas infraestructuras encuentran mejor acceso frente a problemas anteriores causados por estacionamiento indebido en doble fila o en intersecciones. En caso de necesidad, los carriles reservados a bicicletas pueden ser utilizados, y de hecho ya lo son, por los servicios de emergencia”.

Otro de los supuestos inconvenientes se manifiesta relacionado con la carga y descarga de mercancías. Desde el colectivo defienden que las nuevas calles cuentan con muchos más espacios para dar servicio a estas necesidades, que a menudo se ven ocupados por los mismos que antes abusaban de la doble fila. “La solución a ese problema no pasa por eliminar la protección a los ciclistas, sino por una adecuada gestión de las banda de servicios, resolviendo los abusos en horario comercial que obligan al reparto de mercancías a invadir el espacio reservado a las bicicletas. Se trata por tanto de un problema de gestión del tráfico y no tanto de la infraestructura”.

El portavoz ha explicado que además de un grave perjuicio a la movilidad más sostenible, la reversión de la mejor infraestructura ciclista de Logroño puede suponer un serio perjuicio económico para la ciudad: devolver los fondos europeos de recuperación NextGenerationEU, perder la parte de inversión sufragada por la ciudad, más el coste de deshacer una infraestructura funcional que acaba de entrar en servicio, y el de gastar en unas actuaciones en su lugar aún por definir.

Las alternativas planteadas por el gobierno municipal para eludir las sanciones europeas por la reversión de los fondos de recuperación “no resultan viables. No lo es desviar un eje ciclista de alta capacidad que comunica de este a oeste la ciudad por una calle de prioridad peatonal, llena de terrazas, abundante descarga y descarga, y una complejidad de usos mayor aún que Avenida de Portugal”.

“Menos aún exponer a los usuarios a absurdos rodeos por el viario principal, entre autobuses, mayor intensidad y velocidad del tráfico, semáforos y algunas de las rotondas con mayor siniestralidad ciclista de Logroño. No es sólo lo que desincentivaría el uso, sino que atenta contra de uno de los criterios elementales de diseño de redes ciclistas: la directitud de itinerarios. Solo de pensarlo, muchas personas dejarán de usar la bici en sus desplazamientos, o volverán a refugiarse en las aceras”.

Desde el gobierno municipal, ha continuado, se alude frecuentemente a un supuesto consenso que escasea, reuniéndose únicamente con un selecto y reducido grupo de personas en contra de las nuevas infraestructuras públicas. Las calles no pertenecen únicamente a quienes viven en ellas o tienen un negocio, sino a toda la ciudad. El rechazo a la infraestructura no es ni mucho menos unánime, ni siquiera entre los comerciantes y vecinos de esa calle.

“Como en otras zonas, calles más tranquilas, más seguras y con menos ruido, demuestran resultar beneficiosas para el comercio, la hostelería y en útlimo término, para toda la ciudad. Seguimos esperando respuesta del gobierno municipal a nuestras peticiones de diálogo solicitadas desde el inicio de la legislatura”.

“Aunque tal vez las novedades y mejoras en infraestructuras aún no se comprendan, a veces se necesita tiempo para recapacitar y darse cuenta de que aquello que un día se rechazó resulta ser conveniente y beneficioso para la ciudad. Como las peatonalizaciones, al principio tan cuestionadas y que ahora todos disfrutamos”.

De modo que el colectivo ha planteado una pregunta al gobierno municipal: “¿Cómo quieren ser recordados? ¿Como la única corporación que destruyó infraestructuras de movilidad sostenible en lo que llevamos de democracia? ¿Como el alcalde que más se opuso a mejoras que persiguen todas las ciudades? ¿O como quienes cumplieron con su compromiso de mejorar la vida de las personas que habitan nuestra ciudad?”.

Por último, Ballesteros ha apelado al buen juicio del alcalde y le ha invitado a recapacitar en bien de la ciudad. “No destruya el carril de Avenida Portugal. No inhabilite la incipiente red ciclista a estándares europeos con la que Logroño empieza a contar”.

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