Octubre Corto, Festival de Cine de Arnedo en La Rioja, ha presentado uno de los que serán los platos fuertes de su programación que celebra su vigésimo quinta edición y que arranca el 14 de octubre.
En rueda de prensa celebrada en la sala de prensa del Gobierno de La Rioja, Roberto Iturriaga Navaridas, Director General de Cultura del Gobierno de La Rioja, Chechu León Solana, Director de Octubre Corto y María Martínez de Quel, Presidenta de ABORIGEN, Asociación de Vanguardias Arnedanas y organizadora del Festival, han presentado el concierto/proyección que tendrá lugar el sábado, 14 de octubre, a las 20:30 horas en el Teatro Cervantes de Arnedo.
Un concierto que reivindica la pasión de una generación que vibró con el indie español de los noventa y que puso en marcha un evento que ahora celebra su vigesimoquinta edición. Unos chicos y chicas que desde la Asociación de vanguardias arnedanas Aborigen, quizás soñaron una vez, en los inicios del festival, que J de los Planetas visitaría Arnedo en alguna de sus ediciones futuras.
Un soplo de modernidad recuperada. Voluptuosidad, alucinación y la imposibilidad de acceder al objeto soñado definen, en contraste con el severo o grotesco cine español de su época, las creaciones de Iván Zulueta, a quien conocimos también por sus carteles cinematográficos.
Diseñador gráfico y cineasta singular, drogadicto y aventurero, “hijo de familia historiada que habita en mansiones antiguas”, Zulueta (San Sebastián, 1943-2009) no fue artista maldito, sino un creador libre, pues aceptó que no hay reglas en la invocación de imágenes inertes o en movimiento, ni en la gestión de las sensaciones y emociones que estas producen. No supo ni quiso vencer al enemigo interno: aniquilarle hubiese sido emascular al poeta, sojuzgar al libérrimo inventor de quimeras.
No es, pues, casualidad sino serendipia que J de Los Planetas haya querido dar nueva vida a un material fílmico rescatado por la Filmoteca Española al adquirir “uno de los archivos personales más potentes en el contexto cinematográfico de la segunda mitad del siglo XX”. El músico granadino se ha sumergido en la filmografía rodada por Zulueta entre los sesenta y los setenta, que no se limita a la todavía transgresora Arrebato (1980) sino que abunda en espontáneas filmaciones en Super 8. También ha revisado J documentos personales, sus dibujos y polaroids, testimonios de sus escapadas a Berlín y Nueva York, Marruecos e Ibiza. Estampas de una vida cursada sin concesiones.
