Agricultura

La lavanda, el nuevo aroma riojano que se respira en Ordoyo

La lavanda, el nuevo aroma que se respira en Ordoyo

Foto: EFE/Raquel Manzanares

Entre viñedos de altura y cereales sin recoger este año por la sequía, el adrianés Chema Ayensa y el calagurritano Enrique Extremiana decidieron hace ahora cuatro años poner en marcha uno de los cultivos más novedosos de la región: la lavanda.

En Ordoyo, en el término municipal de Quel, uno de los entornos más bellos de La Rioja Baja, una alfombra morada tiñe estos días los campos de la zona en una explosión de color y de olor. A la altura de la ermita del Rey, todo comenzó con seis hectáreas experimentales que pronto pasarían a ampliarse hasta las veinte.

EFE/Raquel Manzanares

 

Este oasis de hectáreas de lavanda es el resultado de un programa de experimentación apoyado por el gobierno de La Rioja en la búsqueda de cultivos que pueden resultar interesantes a la hora de diversificar el cultivo riojano y con él, el desarrollo rural.

La colaboración del gobierno regional ha pasado por una financiación de cinco años en el inicio de este proyecto que este año recogerá por primera vez los resultados del trabajo realizado con anterioridad. Será cosechado en las próximas semanas en busca del aceite esencial, producto final del cultivo.

La floración ya ha alcanzado todo su esplendor y la planta ya desprende su embriagador e inconfundible aroma. “El cultivo ya está en plena producción este año”, explicaba la directora general María Jesús Miñana. “Tendrá que haber una destilación para lo que tienen por delante otro reto que es ver cómo son capaces de aprovechar al máximo los rendimientos”. Este año lo solucionarán con un equipo móvil pero el futuro pasa por la creación de una pequeña planta donde elaborar en unos años sus propios aceites esenciales.

“Este tipo de cultivo nos encantó cuando visitamos Brihuega”, comenta Chema Ayensa encantado con la experiencia de estos primeros años.  “Ha sido un año con mucha sequía y sin embargo el comportamiento del cultivo ha sido muy bueno y esperamos que la producción también lo sea”. La idea es seguir apliando la extensión cultivable y tener una pequeña planta móvil, de momento, por si alguien más se anima en La Rioja a promover este tipo cultivo poder colaborar con ellos”.

EFE/Raquel Manzanares

“Creemos que puede funcionar muy bien porque no necesita tierras de mucha calidad, se adapta muy bien a cualquier tierra y el clima riojano es excepcional para su cultivo, lo único que necesita es altura (allí está a unos 800 metros) y puede ser un cultivo muy interesante para la región”, completa Ayensa. Además un punto más a su favor es que, a pesar de estar en zonas complicadas con alto índice de animales salvajes, no tiene daños por este tipo de fauna.

El balance es positivo por la maravillosa implantación del cultivo en cuanto a la adaptación al clima y al terreno. pero al ser un cultivo experimental, además servirá de difusión para ofrecer a  otros agricultores todo el conocimiento recopilado estos años.

“Puede ser una alternativa muy interesante a los cultivos tradicionales de la zona, cuando terminen los cinco años divulgaremos la memoria con los datos para ponerlos a disposición de otros agricultores, que sepan los costes, las necesidades y los rendimientos y rentabilidad de la producción”.

Otra vertiente interesante sería la turística. Instagram manda y “son muchas las personas que estas últimas semanas se han acercado a la zona a interesarse, no sólo otros agricultores sino también muchos cicloturistas interesados por el bello paisaje que conforman los cultivos de lavanda, no deja de ser un complemento de atractivo turístico paisajístico de la región”.

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