Entrevista

“Las tormentas torrenciales van a ser cada vez más recurrentes”

Sequía inusual, tormentas torrenciales que han dejado municipios destrozados, temperaturas extremas… La meteorología nos está dando el año y quién mejor para explicar lo que está pasando que Paloma Castro, delegada de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en La Rioja.

– Después de una primavera especialmente seca hemos tenido un inicio de verano movidito en lo que se refiere al tiempo. ¿A qué se ha debido?

– En meteorología entendemos como primavera los meses de marzo, abril y mayo y, aunque el mes de abril fue especialmente seco, a partir del 10 de mayo las cosas cambiaron. Esto ha sido motivado por una situación anómala con el anticiclón de las Azores que se desplazó hacia Inglaterra y nos bloqueó. Además hay que tener en cuenta que la península está en una latitud media que permite que entren las masas frías del Atlántico y las masas cálidas de África que se humedecen con el Mediterráneo, el punto de encuentro es el valle del Ebro que siempre ha sido un nido de tormentas.

– Entonces, es lo normal.

– No. Esa es la situación en la que nos encontramos que propicia las tormentas. Pero hay una novedad y son dos parámetros que también tenemos que tener en cuenta: la cantidad acumulada y la intensidad. La intensidad es muy importante y es que caiga mucha agua en poco tiempo. Nosotros entendemos que una precipitación es torrencial cuando caen más de diez litros por metro cuadrado en diez minutos.

– ¿Y eso es lo que ha pasado estos últimos días?

– Eso es lo que está pasando cada vez con mayor frecuencia. Por ejemplo en Haro cayeron el 17 de junio 20 litros por metro cuadrado en diez minutos, es una barbaridad. Pero es que el 6 de julio cayeron 17 litros. En Cenicero el 17 de junio cayeron 11 litros por metro cuadrado en diez minutos, en Enciso tuvieron incluso una doble terrencialidad 17 litros en diez minutos y los diez minutos posteriores cayeron 19 litros. Y eso donde tenemos medidores…

– Entonces estos fenómenos torrenciales sí que están siendo cada vez más comunes.

– Efectivamente. Son cada vez más recurrentes. Es como si la influencia del Mediterráneo fuese mayor que la del Atlántico. Como si estuviésemos pasando a un clima tropical o, al menos, subtropical. Los patrones están cambiando, y eso es extraño.

– Entonces, ¿hay que irse acostumbrando?

– Este tipo de fenómenos torrenciales van a ser cada vez más frecuentes, pero lo que hay que hacer no es acostumbrarse sino preparar las infraestructuras para ello. Hay que mirar bien donde se edifica y que no sea una zona en la que haya facilidad para las inundaciones. Las soluciones baratas nos suelen salir caras.

FOTO: EFE /Raquel Manzanares.

– Algunas de estas tormentas han estado acompañadas de granizo. Mal plan para los agricultores.

– El granizo no se contabiliza en el pluviómetro. No siempre tiene por qué ser malo; es un agua que aguanta más en la tierra que la de las tormentas. El problema es que el kilómetro de anchura por donde pasa lo deja todo aniquilado. Da igual viñas que peras o manzanas…

– Y después, el calor de estos dos últimos días.

– El aumento de la temperatura media en La Rioja está siendo evidente, especialmente en La Rioja Media. La zona más calurosa de La Rioja suele ser Alfaro con una temperatura media de 30 o 31 grados y estos días casi llega a los 38. Son ocho grados por encima de lo normal. Pero es que esos mismos ocho grados por encima también los tuvo Valdezcaray, que es nuestra refrigeración en La Rioja, y en Enciso llegó a haber 11 grados por encima de la media.

– Aún así no lo podemos llamar ola de calor.

– Efectivamente. Por ahora las noches no están siendo tropicales. Para considerarlo ola de calor tenemos que estar con mínimas superiores a los 20 grados al menos durante tres días.

– Los veranos cada vez más largos. No teníamos bastante con el veroño, que ahora en junio ya es verano también.

– El verano se está alargando e incluso se está anticipando. Según la media de las temperaturas podemos considerar que para el 15 de junio ya está empezando en los últimos años.

FOTO: EFE/ Raquel Manzanares.

– Calentamiento global en estado puro.

– El calentamiento global va más hacia el aumento de la temperatura media y a las consecuencias del efecto invernadero que es un aumento del CO2 en la atmósfera y el efecto humano ahí es claro: las chimeneas, las calefacciones, el tráfico terrestre y aéreo… El aumento de temperaturas está demostrado y eso hace que las tormentas aumenten en intensidad.

– Y sin embargo hay gente que lo sigue negando.

– Yo a esos les mandaría al observatorio del Teide para que les enseñen cómo se mide el CO2. Se iban a quedar alucinados. Son medidas sofisticadas y calibradas que demuestran que el calentamiento del planeta lleva una tendencia de aumento clara. En las últimas décadas sólo ha disminuido los tres meses que estuvimos confinados… pero no es plan de tener a la gente metida en casa.

– Cada vez aciertan más, entiendo que es una mezcla entre conocimiento y nuevas tecnologías.

– Tenemos nuevas capacidades. Ahora hay radares que cubren la península y nos dan información cada 10 minutos y satélites de tercera generación que permiten tener imágenes de alta resolución cada quince minutos.

– Sin embargo lo de las alertas confunde bastante a la población.

– La gente debe preocuparse cuando vea una alerta naranja. Y, si hay una roja, mejor no salir de casa.

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