El alcalde de Logroño, Conrado Escobar, ha denunciado este martes que “ha habido una gestión irresponsable de los fondos europeos” por el anterior equipo de Gobierno -liderado por Pablo Hermoso de Mendoza que puede “hipotecar” la legislatura. “Aunque haremos lo posible para que no suceda”.
En este sentido se ha pronunciado en una rueda informativa, en la que ha ofrecido una fotografía administrativa-financiera de los fondos, que refleja que la UE ha aprobado proyectos por un importe de unos 47 millones de euros, con una subvención de 35,2 millones, que obligan a una inversión municipal del entorno de 11,6 millones de euros con fondos propios.
Ello significa que, desde el punto de vista presupuestario, el Ayuntamiento de Logroño “queda maniatado”, si se considera que su margen de inversión se sitúa ente los seis y siete millones de euros, ha indicado el alcalde.
Escobar ha estado acompañado por la portavoz del Gobierno, Celia Sanz, y el concejal de Administración Pública, Interior y Participación Ciudadana Francisco Iglesias, quien ha pormenorizado la situación de algunos proyectos.
El alcalde ha agradecido el trabajo de todas las unidades del Ayuntamiento para facilitar la situación administrativa de los fondos europeos y ha incidido en que su equipo va a hacer “las cosas bien, con la premisa de que los proyectos tengan una finalidad y un objetivo”.
Ha recordado que hay proyectos más complicados de revertir porque se ha recibido toda la subvención, como es el caso de todo lo que afecta a todo el eje ciclista, otros están concebidos provisionalmente y otros están pendientes de respuesta europea.
El equipo de Gobierno, en sus tres semanas de gestión administrativa en el comienzo de la nueva legislatura, ha comenzado a estudiar cada una de las situaciones de los fondos y se adoptarán las decisiones oportunas, con criterio.
“Desorden, barullo, falta de modelo y participación”
Escobar ha precisado que los 107 presentados, aunque finalmente la UE ha autorizado 44, “ha provocado una situación de barullo generalizado” y, además, sin un plan previo de objetivos que los justifiquen y sin una participación pública o ciudadana, en una gran mayoría.
También ha dicho que hay proyectos más complicados de revertir porque se ha recibido toda la subvención, como es el caso de todo lo que afecta a todo el eje ciclista, otros están concebidos provisionalmente y otros están pendientes de respuesta europea.
Ha leído dos informes técnicos, uno de la Dirección General de Promoción Económica y Fondos Europeos de 15 de diciembre de 2022, que propone crear un grupo de trabajo de carácter técnico, que, a su vez, constató que algunos de los proyectos solicitados no fueron previamente autorizados o aprobados por acuerdo municipal.
“Subvenciones sin reflexionar”
El otro informe que ha leído corresponde al del interventor municipal, que indica lo siguiente a este respecto: “Frente a ello, el Ayuntamiento o el cliente del restaurante parece haberse sentado a la mesa y pedido toda la carta de subvenciones sin reflexionar sobre su apetito y sobre su capacidad para abonar la cuenta”.
“Se citan en la hoja de cálculo enviada (a la UE) 107 proyectos, de los que se han concedido 44, que comprometen presupuesto por importe de casi 41 millones de euros, de los que, descontados la ayuda conseguida se hace necesario dotar presupuestariamente 11,25 millones de euros”, detalla el informe del interventor, ha indicado Escobar.
Una vez conocida toda la situación de los fondos y los proyectos, Escobar ha anunciado la creación urgente de una oficina interna de supervisión y coordinación de fondos europeos, con personal municipal. En paralelo, se ha comenzado a revisar cada proyecto con criterios de “participación y escucha a vecinos y comerciantes”, como son los casos de la reforma de la calle Sagasta, Avenida de Portugal o Duquesa de la Victoria.
Cada proyecto se someterá a la revisión técnica y al impacto en la ciudad porque las subvenciones deben de tener una finalidad lógica y acordes a las necesidades y demandas de la ciudadanía, ha indicado. El alcalde ha subrayado que el rediseño de los proyectos se debe ajustar también al calendario europeo, porque, en algunos de los casos, quizá sea posible ampliar plazos si las condiciones administrativas de la subvención lo permiten.
Finalmente, ha dicho que es preciso contar con “espacios de consenso, buscando lo que nos una”, en relación a la oposición para sacar adelante los proyectos con la mirada puesta en la ciudadanía, pero bajo la premisa de que “no vamos a trabajar para Bruselas, sino de manera responsable, participada, ordenada, con criterios de gestión responsable”.
