El colectivo Feministas de La Rioja ha indicado este domingo que “no nos sirve” el minuto de silencio convocado en repulsa del asesinato machista ocurrido el día anterior en Logroño, al tiempo que exige “medidas y posicionamientos reales” contra la violencia de género.
“Concentraciones como la de hoy no sirven de nada si quienes están en el poder acallan día tras día las voces de las mujeres que alzan la voz, cuentan su historia y ponen un pie contra la violencia machista”, apunta el manifiesto que han leído tras el minuto de silencio, en el que lamentan que se permita que “discursos negacionistas de la violencia de machista lleguen a la población, restando importancia a las miles de mujeres asesinadas en este país y el infierno que sufren ellas y las que todavía viven, a las que aún estamos a tiempo de salvar”.
Este es el contenido íntegro del manifiesto de Feministas de La Rioja.
“Querida compañera:
Hoy, nuevamente, nos vemos obligadas a reunirnos con pésimas noticias, esta vez la de tu asesinato. Sumándote a la numerosa lista de mujeres que perdemos a causa de la violencia machista este año 2023, y que ya está en 52. Tenemos en nuestro pensamiento a tu familia, en especial a tus hijas e hijo, a quienes tu asesino ha dejado huérfanos y que, no olvidemos, también son víctimas de la violencia machista. A ti, compañera, tampoco han llegado a tiempo para salvarte.
Tu asesinato, junto con el del resto de mujeres en lo que va de año, es el claro ejemplo de la ineficacia de políticas por parte de las instituciones que protejan de forma real a las mujeres. Todos se vuelven cómplices de tu asesinato. Los gobiernos siguen fallándonos. Todos los días se escuchan historias de mujeres brutalmente asesinadas, violadas y abusadas. Ven nuestros rostros en las noticias, en los periódicos y en las redes sociales. Escuchan nuestros gritos de ayuda, pero eligen ignorarlos y compadecerse después.
Mientras se sigue dando voz a mensajes de odio y negación de una lacra como es la violencia machista, a ti, compañera, te han asesinado. Las mujeres no estamos a salvo, nos habéis dejado solas. No importamos. El feminicidio es la última manifestación del arraigado odio y desprecio que los hombres tienen por las mujeres. Tu asesinato es hoy uno de los múltiples recordatorios de que las mujeres y niñas somos el objeto, y no el sujeto de derecho.
Concentraciones como la de hoy no sirven de nada si quienes están en el poder acallan día tras día las voces de las mujeres que alzan la voz, cuentan su historia y ponen un pie contra la violencia machista. Concentraciones como la de hoy no sirven de nada si luego se permite que discursos negacionistas de la violencia de machista lleguen a la población, restando importancia a las miles de mujeres asesinadas en este país y el infierno que sufren ellas y las que todavía viven, a las que aún estamos a tiempo de salvar.
No nos sirve que ustedes, quienes están en las instituciones, quieran colgarse la medalla o hacerse la foto, no nos sirve su minuto de silencio: exigimos medidas y posicionamientos REALES. Exigimos que nos protejan a nosotras y las generaciones que llegan. Cada vez se detectan indicios de violencia machista en mujeres de edad más temprana. Necesitamos parar esta lacra ya, atajarla desde la raíz, y eso no se consigue desmantelando los organismos competentes, sino con políticas efectivas y con educación que llegue tanto a los jóvenes como a los adultos, así como dotar de presupuesto a todos aquellos recursos para que las mujeres víctimas de violencia machista tengan un lugar seguro al que acudir para ser ayudadas.
Ustedes, políticos, no pueden seguir permitiéndose hacer ver que solo les importa la realidad de las mujeres cuando una de nosotras haya sido asesinada.
Por último, queremos recordar que no importa si los maltratadores o asesinos “eran simpáticos” o “siempre saludaban con una sonrisa”. Esto no es incompatible con ser maltratadores, hijos sanos del patriarcado, un sistema que les ha enseñado que las mujeres existen por y para ellos y que tienen todo el derecho a disponer de su vida y también de su muerte.
Pero no contaban con las feministas.
¡SI TOCAN A UNA, NOS TOCAN A TODAS!”
