Especial Enoturismo

“El vino sirve para pasárnoslo bien y ser más felices”

FOTOS: Fernando Díaz

La apuesta de Bodegas Franco Españolas viene de lejos. De ahí que se sitúe en el podio de las bodegas con más atracción de visitantes a lo largo del año. “En 2022 cerramos el año con 62.598 visitantes”. Presenta este dato Elena Pilo, gerente de enoturismo de esta bodega logroñesa, que ocupa un espacio estratégico en la ciudad, a pocos metros del centro de Logroño, y que se ha convertido en un punto de obligada visita para todos aquellos turistas que llegan a la capital logroñesa y quieren conocer mejor la cultura del vino.

Esta bodega, con más de 130 años de  historia, inició en 2009, “con la dirección de los hermanos Carlos y Rosa Eguizábal”, explica Elena Pilo, esta importante apuesta para implantar un modelo que “marida arte, cultura, ocio y vino con un programa potente, consistente en tradicionales visitas y catas, organización de conciertos, muestras de cine, teatro, exposiciones y moda, posicionándose como un atractivo para un público joven, al que antes no llegábamos. La ubicación estratégica y privilegiada, a sólo cinco minutos caminando del centro histórico de Logroño, hacen única a esta bodega centenaria”.

Son muchas las razones que han posicionado a Franco Españolas en una posición de referencia en materia de enoturismo en Rioja, situación que Elena Pilo resume “por la apuesta que se ha hecho desde la dirección desde hace mucho tiempo para contar con un amplio equipo de trabajo que nos permite ser flexibles, ágiles y resolutivos. Así nos podemos adaptar a las demandas que visitantes, empresas, entidades y administraciones nos piden”. Eventos, visitas, catas, comidas y cenas, conciertos, exposiciones, charlas, conferencias, desfiles, cine… el proyecto enoturístico de Franco Española es todo un éxito de público y también de crítica. En 2013 recibió el Best Of de Turismo del Vino. En 2019 superó los 60.000 visitantes y es referenciada, desde entonces y año tras año, por TripAdvisor como el segundo atractivo turístico de Logroño, tras la conocida calle Laurel.

FOTO: Riojapress/ Fernando Díaz.

-La apuesta de Franco Españolas por el enoturismo resulta más que evidente. ¿Qué le está dando el enoturismo a la bodega?

-El crecimiento turístico de la bodega ha sido exponencial en los últimos años. Enoturismo es una línea de negocio rentable, con entidad propia como empresa, un equipo de 10 personas en plantilla y que supone hoy un 10% en la cuenta de resultados global de la Bodega. Esta independencia nos ha permitido cambiar el punto de enfoque en la gestión del negocio de manera muy orgánica. Gestionamos este área con perspectiva turística al 100%, planteando estrategias de comercialización, promoción e incluso RRHH que contemplen las peculiaridades de este sector. El cambio hacia este modelo de gestión ha acelerado nuestro crecimiento, somos más afectivos a todos los niveles.

-Y las cifras avalan que esta estrategia es la adecuada al menos para Franco Españolas.

-En 2022 cerramos con 62.598 visitantes. El 35por ciento de ellos lo hicieron movidos por nuestra agenda cultural, lo que también nos reafirman que esta apuesta por la cultura y esta apuesta por hacer teatro, cine, música o moda en la bodega hace que no solamente los logroñeses sino también los turistas aprecien el modelo turístico de la bodega. La edad de nuestros visitantes va de los 35 a los 55 años, mayoritariamente visitante nacional, aunque un 26 por ciento es turismo internacional sobre todo concentrados en los meses de verano. Ahora bien, nos hemos dado cuenta, después de pandemia, que ha habido un crecimiento muy importante del público más joven, entre los 20 y los 30 años, que vienen a vernos porque consumen nuestro vino Diamante, y nos eligen para conocer la casa en la que se elabora su vino de referencia. Así que el enoturismo es una puerta de entrada al mundo del vino, es efectiva y además es muy amable, es muy fácil.

-Se trata de conocer el mundo del vino a través del enoturismo y de las experiencias turísticas. Pero a su bodega también se llega gracias a todos esos eventos anuales que concitan el interés de miles de personas.

-Nuestra bodega es uno de los mejores emplazamientos de La Rioja. Nuestra ubicación, a un paso del centro de Logroño, y la singularidad del edificio centenario, nos ofrecen una ventaja competitiva irrepetible y son garantía de éxito para traccionar público. La agenda cultural de la bodega ya tiene reconocido prestigio nacional, no hay actividad cultural que no cuelgue el cartel de “no hay entradas”. Cuando trabajas con una respuesta tan positiva del público, proponer nuevas ideas y conseguir la confianza de la Dirección General es mucho más sencillo. Además, como equipo, poder asumir este rol de gestores culturales, es un regalo profesional, y como Bodega, tenemos el propósito de devolver a la ciudad lo que nos ha dado, que ha sido mucho a lo largo de la historia. Este enfoque cultural está recogido dentro de la dimensión social de nuestro plan de sostenibilidad.

-Son capaces de acoger eventos multitudinarios y también pequeñas reuniones familiares o de grupos muy reducidos.

-El área de eventos está integrada dentro del Departamento de Enoturismo. La experiencia que hemos ido adquiriendo a través de nuestras propias producciones, muchas de ellas de gran formato, nos han servido para aprender y para construir relaciones de confianza con aquellos clientes que nos contratan la organización de otro tipo de eventos como convenciones, congresos, presentaciones de productos, aniversarios, bodas u otros formatos sociales de menor dimensión. Nuestro equipo es flexible y polivalente, tenemos alcance, y sobre todo, un punto de atrevimiento e innovación que complementan perfectamente al resto de ingredientes. Esta versatilidad ofreciendo servicios de experiencias turísticas, cultura y coordinación de eventos, nos permite estar hoy en el top 3 de las bodegas de Rioja. Rioja tiene una gran diversidad en su oferta, hay proyectos de muchísima calidad, pero no es tan fácil encontrar este abanico de opciones en la misma bodega, esto es parte de nuestro éxito.

-Gracias a Franco Españolas, Logroño se ha posicionado de forma destacada también en el turismo del vino.

-Creo que sí y trabajamos con este enfoque. Fuimos los primeros en apostar fuerte por el turismo del vino y hoy nos permite estar en la agenda de cualquier visitante de nuestra ciudad. Tengo la sensación de que este espíritu pionero ha sido así desde el principio de la historia de esta Bodega. Nuestra ubicación no es casual. La Bodega está muy integrada con el centro de Logroño, en un cruce de caminos entre Navarra, Álava y La Rioja, y conectando por el Puente de Hierro con la antigua estación del tren. Siempre hemos estado muy integrados en la vida económica y comercial de la ciudad. Y ahora, también somos punto de encuentro en la vida social de Logroño gracias al enoturismo.

-¿Cómo calificaría la apuesta enoturística de Bodegas Franco Española?

-Fresca. Lo que mejor nos define de cara a nuestros visitantes es la frescura, a la que sumamos versatilidad y flexibilidad. El vino nos ayuda a ser más felices, a pasárnoslo bien. Con esta pretensión como punto de partida todo es más fácil. Internamente nos define el rigor, tenemos un equipo de 10 personas, con perfiles profesionales diversos que cubren todas las necesidades del área y abrimos 362 días al año, os podéis imaginar el ritmo de trabajo. Sin embargo, trabajamos de forma ordenada a nivel de gestión y proyectamos nuestro negocio turístico con un horizonte a tres años en un plan estratégico sólido, sobre el que revisamos y corregimos desviaciones periódicamente, atentos siempre a los cambios de comportamiento de nuestros turistas y consumidores. Además nos rodeamos bien, tenemos los mejores proveedores y servicios auxiliares. No obstante, detrás de este rigor hay disfrute, todo el equipo nos lo pasamos muy bien en torno al vino en nuestro día a día, exactamente igual que nuestros clientes, disfrutamos con ellos y eso se percibe, si no nos habríamos equivocado de profesión.

-Tenemos por delante un verano en la ciudad. ¿Qué actividades nos presenta Franco Españolas para estas noches de verano?

-Nos encanta el verano. La Bodega tiene vida todo el año, pero durante el verano es cuando más se transforma, la vivimos con más intensidad. Redescubrimos zonas que el resto del año no están abiertas al público como nuestros patios y jardines y se genera un ambiente maravilloso. El Cine de Verano arranca el día 29 de junio con “Atraco a las Tres”, uno de los clásicos de comedia del cine español, y ya van nueve ediciones. Iniciamos esta actividad cuando las salas de cine empezaron a vaciarse, fue una apuesta arriesgada en un momento crítico para este sector de las salas de cine, y no hay sesión (29 de junio, 6, 13 y 27 de julio) en el que no colguemos el cartel de “no hay entradas”. Nuestro cine al aire libre tiene una personalidad especial, nos ponemos nostálgicos por un rato y disfrutamos de una propuesta popular, sencilla, amable y divertida a partes iguales. Es el plan perfecto para alargar las tardes y dar la bienvenida a las noches de verano: buen vino Bordón y Diamante, buen ambiente, gastronomía y cuatro peliculones en pantalla grande.

El Cine de Verano es quizás es la cita más especial del verano, pero no la única, porque seguimos haciendo visitas y catas, experiencias en torno a la figura de Hemingway y otros eventos, además cerramos el verano con música el primer fin de semana de septiembre.

-Así que Logroño no está tan muerto en verano como nos quieren hacer creer.

-Para nosotros el verano es temporada alta. Los meses desde julio a noviembre concentran más del 50% de nuestras ventas turísticas. El resto se distribuye a lo largo del año de forma muy repartida, hace años que no hablamos de temporada baja, y es que, incluso el primer trimestre del año, es razonablemente bueno, con más de cuatro mil visitantes mensuales, y nos sirve para engrasar la maquinaria antes del ritmo frenético de la semana santa.

Logroño y La Rioja son deliciosas para visitar, incluso en verano, punto de paso para muchos turistas que se acercan a la costa catalana o valenciana a veranear y hacen una parada técnica para aligerar el viaje. Ese primer encuentro ‘de paso’ suele ser la puerta a un viaje más planificado en otro momento del año. Tan sólo tenemos que ponerles el caramelo en la boca con buenas propuestas estivales, si les gusta lo que Logroño ofrece en verano, repiten seguro. Sabemos que hay contenido de sobra para ‘enganchar’.

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