La Rioja

“Querido soldado”: la carta de una alumna riojana premiada por Defensa

La alumna Helena Rodríguez Tobal, del colegio Alcaste, ha resultado vencedora de la décima edición del concurso literario escolar ‘Carta a un militar español’, con su misiva titulada ‘Con orgullo’.

El concurso tiene su origen en el año 2013, cuando se invitó a los centros docentes a acercar y dar a conocer la labor de las Fuerzas Armadas entre los jóvenes, como garantes de la seguridad y la defensa. La iniciativa, que este año lleva por lema ‘Las Fuerzas Armadas: construyendo paz y seguridad’, está dirigida a alumnos de 4º de ESO, Bachillerato y ciclos de Formación Profesional de Grado Medio.

En esta edición han participado más de 320 centros de toda la geografía española, presentando más de 10.000 cartas. En La Rioja se han presentado 40 cartas de cinco centros: Jesuitas, Adoratrices, Santa María Marianistas y Alcaste de Logroño; y La Salle el Pilar de Alfaro, y Alcaste.

Este es el contenido íntegro de la carta ganadora del concurso a nivel regional:

“Querido soldado:

Ojalá pudiese dirigirme a ti por tu nombre, pero no te conozco, ni siquiera puedo ponerte cara, eres un completo desconocido para mí, un desconocido al que admiro. Por eso espero que no te importe que me dirija a la única persona que conozco que hace lo mismo que tú, mi padre.

Querido papá:

Sé que hoy no estás de misión, que mientras yo escribo esta carta tú estás en el salón, tomándote un café con mamá, que en realidad hace unos años que no te vas de misión al extranjero, cosa que agradezco, pero no soy tonta, sé que estás a una llamada de alejarte e irte lejos de nosotras, hacia un lugar extraño e inestable. Esto me hace sentir una mezcla de emociones, desde miedo porque te vas, hasta envidia.

Sí papá, envidia. Envidia de tu forma de ser, de tu compromiso y de tu valor, común al de todos tus compañeros, que sin pensarlo dos veces os arriesgáis por desconocidos que muchas veces no os agradecen el esfuerzo e incluso os demonizan por decisiones que otras personas ajenas a vosotros toman. Que cuando imaginan a un soldado no ven a un padre, a una madre, a una hija. Os identifican como el enemigo, un matón con un rifle disparando sin parar, como si su vida fuese la trama de una mala película estadounidense de acción, no ven a profesionales cuyo objetivo es ayudar a quién más lo necesita, protegernos a todos desde la distancia y mantener la paz en entornos hostiles.

Papá, no sabes lo difícil que es para mí escribir esta carta, buscar las palabras adecuadas para transmitirte toda mi admiración y contarte el único reproche que tengo hacia tu trabajo y que si te soy sincera me avergüenza admitir.
He sido durante mucho tiempo una persona egoísta, nunca quería que te seleccionasen para estas misiones, y me enfadaba cuando te ofrecías voluntario. No quería que fueses tú, mi padre, el que arriesgase todo por desconocidos.

Odiaba las llamadas que nos hacías desde Líbano, contándonos tu día a día y las cartas que nos mandabas para hacer más llevadera la situación, ya que eran la prueba de que estabas lejos, de que no me podías recoger a la salida del cole y darme un abrazo.

Pero todavía recuerdo cuando fuimos a recogerte al aeropuerto, llegaste de uniforme, con una boina azul y una enorme sonrisa, en ese momento se me olvidó todo mi enfado, ese egoísmo típico de aquel que tiene miedo se disipó en un mar de felicidad y de orgullo. Cuando me pusiste tu boina azul comprendí la importancia de tu misión, proteger al que no tiene quien lo proteja y garantizar la paz para aquel que la desea.

Ahora cuando me preguntan por el trabajo de mi padre solo puedo contestar con orgullo : “MILITAR”

Muchas gracias papá, y gracias a ti también soldado, que desde el anonimato te arriesgas por la gente, sin importarte su género, raza o religión, tú que abandonas la comodidad de la rutina, tú que rechazas mirar a otro lado, tú que luchas por todos, gracias soldado.

Helena Rodríguez Tobal”.

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