César Caneda, a sus 45 años, cuelga las botas. Como era lógico, el ‘abuelo’ del fútbol español no ha estado solo en su despedida. Sus compañeros, la directiva de la SD Logroñés, su familia y varios representantes de clubes donde ha militado (Mirandés, Eibar, Deportivo Alavés, Aurrera de Vitoria, UD Logroñés…) le han acompañado. Alta ocupación en la sala de prensa de Las Gaunas, donde el central vitoriano se ha despedido con un aplauso general y muchas fotografías. Recuerdo al cielo del alavés: “Todo esto que he conseguido, lo cambiaría por poder estar ante dos personas que no pueden estar frente a mí ahora, mi padre y mi madre”.
“Ellos no pueden estar aquí hoy y es un momento muy difícil no tenerles presentes. Pero bueno, hay veces que la vida te golpea duro y tienes que afrontarlo con la mayor entereza posible”, ha explicado, manteniendo la entereza. “Agradezco a todas las personas que estáis aquí presentes, ver a ex compañeros que se han acercado a saludarme, a mi familia… ha sido una buena etapa de mi carrera deportiva. He estado en unos clubes maravillosos, con gente que muchas veces no sale en los medios pero que son implicadas y hacen el día a día en la sombra”, ha añadido el futbolista.
“Mi etapa deportiva ha tenido muchos altibajos. Momentos buenos y malos; y en los malos es cuando se conoce a las personas. Me han tocado momentos muy duros y las personas que han estado ahí ha sido siempre mi familia. Os agradezco lo que me habéis aportado cuando peor estaba. Han sido muchos partidos, muchas experiencias. Es algo increíble, pero ya tocaba dar por finalizado por ser honesto conmigo mismo”, ha subrayado.
“Me puedo sentir orgulloso por lo que he conseguido y lo que he dado en el campo. Yo mismo iba a ser el que me echara a un lado cuando viera que mi rendimiento ya no estaba al nivel de la competición. Ese momento ha llegado”, ha explicado. Atrás quedan recuerdos, anécdotas y momentos. ¿El mejor? No sorprenderá a nadie: “Sería difícil quedarme con uno y no nombrar a cada uno de los clubes. Me quedo con lo que conseguimos en Miranda, a nivel deportivo y humano, fue un momento especial para todos los que lo vivimos”. Aquel Mirandés llegó a semifinales de Copa del Rey y Caneda marcó el gol decisivo en cuartos, frente al Espanyol.
El SD Logroñés-Atlético Baleares cerrará así veintiocho temporadas de fútbol profesional. Su último año quedará para la historia de la Sociedad y todavía puede ser mejor: “Lo de este año es gracias a la cuadrilla que hay aquí y creo que tenemos que rematarlo y conseguir la Copa”. Una victoria y se cumplirá. Tres temporadas en la entidad presidida por Eduardo Guerra dejan recuerdos imborrables: “Es un día muy especial para el ‘abuelo’ de la SD Logroñés. Desde el primer día que llegué, me enseñó los valores del club y el fiel reflejo de una persona implicada. Alguien que se desvive por nosotros y por el club. Muchas gracias, abuelo”.
Además, Caneda ha agradecido al director deportivo de la SD Logroñés, Miguel Chocarro, su confianza: “Me tendieron la mano, no miraron mi DNI, eran conscientes de que mi rendimiento iba a bajar. Fue una decisión sencilla, me sentía bien, con ganas de seguir. Me llamó Miguel y no lo dudé”. La edad no fue ningún impedimento para Raúl Llona, que le consideró titular indiscutible. Así, Caneda celebró un ascenso a Primera RFEF en la 2020/21 y después, ayudó a sus compañeros a consolidarse en Primera RFEF.
El central tiene las ideas muy claras y ya sabe su futuro más inmediato: “Cumplir años te da la tranquilidad de ir formándote y de pensar qué hacer. Hace un tiempo montamos un centro de entrenamiento personal en Vitoria, me apasiona, le tengo mucho cariño y me ayuda a seguir con lo que me gusta, con el deporte y pueda dedicarle más tiempo”.
