Agricultura

“La gente de fuera valora mucho el Aceite de La Rioja”

Miguel García (izquierda), junto al resto de premiados. | Foto: Fernando Díaz

Hace seis años, Miguel García abrió su tienda El Mercado de Miguel en Calahorra. Con una experiencia en el sector de más de veinte años (primero, en la localidad navarra de San Adrián, y después, en la Plaza de Abastos calagurritana) optó por un negocio que intentaba maridar la venta tradicional de frutas y verduras con productos de calidad de marcas de la zona. Vinos, mermeladas, chorizos, salchichones… y también aceite. Este año ha recibido el reconocimiento a Mejor Comercio Distribuidor de Aceite de La Rioja en los VII Premios celebrados este viernes de la mano de la Denominación de Origen Protegido Aceite de La Rioja.

– ¿Cuál es la historia de El Mercado de Miguel?

– Todo comenzó cuando terminé de estudiar y decidí echar una mano en el negocio familiar. Mi padre se había dedicado siempre a la venta de frutas y verduras, lo hacía en la Plaza de Abastos de Calahorra y antes lo había hecho en San Adrián. Una vez que aprendí el negocio decidimos abrir esta tienda que lo que intenta es unir el concepto de venta tradicional y el de venta especializada en productos riojanos de calidad.

– Y ahí está el Aceite de La Rioja.

– No podía faltar. Tenemos varias marcas pero el que mejor salida tiene es el del Trujal 5 Valles de Arnedo. El aceite riojano cada vez es más demandado por el público general, pero especialmente por la gente que viene de fuera, lo valoran mucho. Estas Jornadas de la Verdura además del producto de la huerta hemos vendido mucho Aceite de La Rioja a gente del País Vasco, Cantrabria, incluso de Madrid.

– ¿Esa gente luego repite?

– Ese es el tema, que luego la gente que lo prueba quiere repetir y tenemos muchos pedidos a través del móvil. Contactan con nosotros, a pesar de no tener página web, y lo mandamos a diferentes puntos de España. Más si cabe este año que la gente está oyendo que casi no ha habido oliva por la sequía y está comprando para no quedarse sin él.

– Entonces, ¿resulta fácil vender un producto de tanta calidad?

– A veces la gente que viene de fuera se sorprende cuando se lo ofrecemos porque muchos a lo mejor no lo conocen demasiado, pero tenemos claro que una vez que lo prueban vuelven a por más. Además, el precio a pesar de la calidad tan buena que tiene no es excesivo para los que vienen de ciudades más grandes.

– ¿Y el público local?

– Nuestros clientes también apuestan por el aceite riojano porque saben las propiedades que tiene y la calidad con la que se trabaja en las cooperativas y los trujales riojanos. Además, el boca a boca funciona muy bien y saben que es kilómetro cero y un producto casi artesanal.

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