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La cuenca del Iregua entrará en mayo en situación de “emergencia”

La cuenca del Iregua entrará en mayo en situación de “emergencia”

No hay buenas noticias para la cuenca del Iregua. La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) no descarta, a finales de abril o primeros de mayo, declararla en situación excepcional por sequía extraordinaria si la situación no mejora; mientras que ahora se encuentra en situación de alerta.

La CHE ha declarado la cuenca del Segre en situación excepcional por sequía extraordinaria y no descarta que entren en emergencia a finales de este mes o principios de mayo, si la situación no mejora, el eje del Ebro y el bajo Ebro, la cuenca del Aragón y el Arba y del Iregua en La Rioja, y que se sumen por tanto a esa declaración de sequía excepcional.

Así lo ha anunciado la presidenta de la CHE, María Dolores Pascual, antes de la junta de gobierno del organismo de cuenca para informar de esta declaración y evaluar la situación de sequía y escasez en el Ebro.

También las medidas a adoptar tras una campaña de regadíos que comenzó con restricciones y teniendo como prioridad la garantía del abastecimiento a la población, con reservas de volúmenes en la mayor parte de los embalses y recomendaciones a municipios o consorcios de evaluar sus sistemas para tomar, en su caso, medidas de ahorro y llamar a la población a un uso responsable.

Ha incidido en que a tenor de la situación de sequía, más grave que las últimas que han afectado a la cuenca, se declara al Segre en situación excepcional por sequía extraordinaria al llevar diez meses en emergencia y atravesar una situación “mucho peor” que el resto de la cuenca.

Esta declaración conlleva una mayor cobertura jurídica para aplicar medidas de carácter restrictivo y un apoyo para ayudas por parte de las comunidades autónomas o del Estado a los afectados, fundamentalmente el regadío, así como la creación de una comisión permanente de sequía para una mayor agilidad en el seguimiento de la situación, ha detallado la presidenta de la CHE.

No obstante, ha destacado que este sistema queda abierto para incorporar otras cuencas previstas en el plan especial de sequía a medida que empeore la situación y entren en situación de emergencia en función de las aportaciones que pueda haber en mayo.

Embalse de Pajares. | FOTO: EFE/ Fernando Díaz.

Así, ha destacado en dos semanas pueden estar en una situación también difícil el eje del Ebro y bajo Ebro, la cuenca del Aragón y el Arba y la del Iregua y progresivamente, pueden sumarse zonas más amplías, como Riegos del Alto Aragón, el Canal de Aragón y Cataluña y la cuenca del Huerva. Está última, y la del Iregua, están en situación de alerta, ha destacado.

La presidenta de la CHE ha reiterado que las medidas se irán adoptando de forma progresiva y coordinada con las comunidades autónomas y los usuarios, con los caudales ecológicos y el abastecimiento como prioridad.

Posibles problemas de abastecimiento

Ha dicho que la cuenca del Ebro cuenta con infraestructuras de regulación para ello, de modo que los problemas de abastecimiento pueden darse, en su caso, en localidades pequeñas que toman de pozos o manantiales y que en muchos casos no tienen una alternativa, y cuya solución suele pasar por el apoyo de las diputaciones provinciales.

Preguntada por el Segre y el cierre de la campaña de riego ayer mismo por la falta de agua en el canal d’Urgell, ha destacado que las decisiones se adoptan en la comunidad general con la tutela de la CHE y que no se prevé una disposición normativa que obligue a cada ayuntamiento para la adopción de medidas.

En ese contexto, ha explicado que el propósito es precisamente dar “más garantía y robustez” a los abastecimientos, que es el objetivo en el que la junta de gobierno de la comunidad general ha estado estos meses trabajando con la CHE, lo que no impide que pueda haber problemas de gestión y que el trabajo continúe para garantizar, más allá del año hidrológico, esos abastecimientos a la población.

Ha explicado que la cuenca del Ebro arrastra una reducción de aportaciones desde la campaña de 2021-2022, que se pudo concluir gracias a las reservas de los embalses, pero éstos no se han recuperado por la falta de lluvias durante el invierno y lo que va de primavera, lo que llevó a iniciar las campañas de regadío con restricciones, con acuerdos de los usuarios y la tutela de la Confederación.

Además, ha destacado que este mes de abril las aportaciones de agua han sido “extraordinariamente reducidas, mucho más pesimistas que las estimaciones iniciales”, de modo que se asemejan más a las de periodos de estiaje que a la primavera y eso hace prever que el verano será “complicado”, dado que las sequías tienen un carácter progresivo y conforme avanzan las medidas han de ser “más intensas y más estrictas”.

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