La Rioja

Situación límite para el alquiler en La Rioja: “No hay opciones de elegir”

Situación límite para el alquiler en La Rioja: “No hay opción de elegir”

España nunca ha sido un país de alquileres, pero la cosa está cambiando en los últimos años. Varias causas han lanzado a muchas personas al mundo del alquiler en La Rioja, aún más en los últimos meses con la subida de los tipos de interés y el precio de las hipotecas. Según varios estudios, los jóvenes tienen que dedicar ocho años de su vida laboral para poder acceder a la entrada de una vivienda y eso hace que la opción del alquiler sea la única asumible, aunque cada vez menos en la comunidad.

La situación del sector en la comunidad es preocupante para los expertos. “Es un problema grave que va a ir a más en los próximos años porque la demanda es muy alta y la oferta es escasísima”, apunta María Martínez (Inmobiliaria Iregua). “Tenemos unos mil contactos mensuales de personas que quieren optar a un alquiler y, sin embargo, tenemos poco más de quince pisos para alquilar cada mes”. La demanda supera con creces a la oferta, lo que provoca el aumento de los precios del alquiler. “Las personas que quieren alquilar prácticamente no tienen opciones de elegir”.

La Constitución española establece en su artículo 47 que todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una “vivienda, digna y adecuada”. Para ello, “los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias” y establecerán las normas pertinentes para hacer posible este derecho.

Ahí está una de las claves para María Martínez. “Falta vivienda pública. No se ha construido nada en las últimas décadas y las constructoras privadas no tienen por qué hacer esa labor. Es algo que tienen que hacer las administraciones públicas porque nos vamos a encontrar a corto plazo con un problema muy serio”.

En España la vivienda pública representa sólo el 2,5 por ciento del total de viviendas. Datos que chocan con los de nuestros vecinos europeos. Países Bajos cuenta con un 30 por ciento de vivienda social, Austria con un 24 por ciento e incluso Reino Unido, padre del liberalismo, tiene un 17,6 por ciento de vivienda social en el país. Sólo están por debajo de las cifras de nuestro país Portugal, Croacia, Estonia y Rumanía.

Se calcula, según los datos, que podría haber en La Rioja 40.000 viviendas vacías, pero “la mayoría de las que existen son en poblaciones pequeñas y el 90 por ciento de ellas no son habitables”, explica Martínez.

No sólo es una cuestión de precios. “Hay gente que quiere alquilar, que tiene posibilidades de hacerlo a precios altos pero es que no hay vivienda en alquiler”. Los motivos son varios, además de la falta de vivienda pública. “Antes había un tipo de pequeño inversor que compraba un piso para luego alquilarlo, pero esos casos se han frenado por el alto coste de la vivienda nueva, además muchos de los que tenían ese tipo de pisos han optado por venderlos por la inseguridad que existe con respecto a los malos inquilinos”.

Para ella, la nueva ley de la vivienda no solucionará el problema. “Quizás incluso lo agrave en el caso del alquiler porque si cada vez se imponen más condiciones a los arrendadores decidirán vender sus viviendas en vez de alquilar. Lo que hay que hacer es incentivar a los propietarios”.

En estos momentos, el precio de un apartamento en Logroño supera los 600 euros de alquiler al mes. “Si nos vamos a un piso de tres dormitorios podríamos hablar de entre 700 y 850 euros. Incluso hay algunos que se están alquilando hasta por 1.200 euros”.

José Antonio Solozábal (Inmobiliaria Solozábal) ve de una forma muy similar la situación. “Comprar se ha vuelto una tarea titánica y cada vez hay más candidatos para el alquiler, pero menos pisos en oferta”. Para él, el problema no es nuevo. “Ya antes de la pandemia había problemas para encontrar pisos en alquiler en La Rioja, pero la situación se ha acrecentado”. Y es que lo que tiene claro es que falta un parque de vivienda en alquiler. “Ahora no se puede dar a una varita mágica y sacar cien viviendas de donde no las hay”.

También apuesta por incentivar a los propietarios que tienen viviendas. “La gente no pide demasiado, que les paguen y que les cuiden el piso. Con no tener problemas es suficiente”. No cree que la ley de la vivienda consiga hacerlo. “Además ahora nos hablan de sacar al mercado del alquiler los pisos de los bancos malos, pero esa tampoco es la solución a corto plazo”, cuenta sobre la iniciativa presentada por el gobierno riojano para poner en el mercado medio centenar de viviendas.

En este sentido, Solozábal detalla que esos pisos son los que no se han podido vender desde la crisis de 2008. “En la mayoría no se ha hecho ningún tipo de reforma desde hace más de una década, otros están ocupados… Calculo que tal y cómo va la administración esos pisos no van a poder salir en condiciones de habitabilidad hasta al menos dentro de cinco años”. Empezar a construir vivienda pública social sería una de las opciones, pero a largo plazo. “Los proyectos de una vivienda no son de un día para otro. En el mejor de los casos son dos años y llevamos muchos de retraso en esta cuestión”.

Pilar Rodríguez (Inmobiliaria Urbanova) opina de manera similar a sus compañeros de sector. “La salida de las 50.000 viviendas de la Sareb que quieren poner como alquiler social sólo solucionará una parte del problema total que hay con los alquileres porque todos aquellos que puedan acceder a esos pisos deben tener unos requisitos sociales que no todo el mundo cumple”, explica, dando por hecho que no afectaría al parque de alquiler que en La Rioja es ínfimo. “hemos llegado a un punto en el que no publicitamos los pisos en alquiler porque las vamos tirando de las listas de espera que tenemos, en cuanto uno se va hay otro ya preparado para entrar a vivir”, explica.

Sí que entiende que “puede ser un trampolín para que la gente joven que cumpla esos requisitos pueda emanciparse pero es que la demanda es altísima aún”. Lo dice teniendo en cuenta que hace unos meses la situación aún fue peor. “A finales del año pasado con la subida de los tipos de interés mucha gente quiso optar por el alquiler pero ahora viendo que las cosas se están estabilizando ya se está normalizando un poco la situación porque se está empezando a volver a comprar”.

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