Solo un año después, el Náxara ya es equipo de Segunda RFEF. Los pupilos de Arturo Guerra han vencido este domingo al Calahorra B (2-1), gracias a un gol en el último suspiro de Loza. Este resultado devuelve a los blanquiazules la categoría que perdieron solo doce meses atrás. No ha sido, ni mucho menos, un paseo militar para el conjunto de La Salera. Pese a su condición de favorito, su temporada ha tenido sus altibajos. Claro que no es como se empieza, sino como se termina. Lo importante es que el bosque encantado vuelve a vivir una fiesta por todo lo alto.
Su primera vuelta no fue la ideal: los najerinos terminaron quintos, con 27 puntos y a ocho de la cabeza. Demasiados. Esa situación provocó el cese de Raúl Martín como técnico, sustituido por Arturo Guerra. Por delante, media temporada para enmendar la plana y no perder la estela del ascenso directo. Y a la vista de los resultados, el acierto es pleno. Su balance es de trece victorias y un empate, 40 de 42. Números casi perfectos.
En términos ofensivos, Aitor Lora es el ‘pichichi’, con 18 goles. Otros futbolistas, como Carballo (7), Orodea (7) y Miguel Pérez (5) también han contribuido en dicha tarea. Todos ellos son parte de un equipo que mantiene siempre una base de futbolistas de la comarca. Una familia que se ha ganado la recompensa de jugar frente a equipos de comunidades autónomas vecinas. Pero eso ya es otra historia y ahora lo que les toca es una merecida celebración por las calles de una localidad siempre volcada con los suyos.
Ojalá que el ascenso sirva también para que el Náxara pueda hacer realidad otra de sus reinvidicaciones: contar con instalaciones deportivas acordes para Nájera y su comarca. Petición por la que todas las categorías inferiores de la entidad realizaron una sentada durante el pasado mes de enero. Estos asuntos son clave para el primer equipo, pero sobre todo para la cantera. En un club tan familiar, sembrar talento es lo más importante. Si se cuenta con una buena hierba, mejor que mejor.
