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El Náxara se planta: sentada por unas “indignas instalaciones”

Un total de 380 futbolistas conforman la estructura deportiva del segundo club de La Rioja más numeroso. Y el Náxara ha tomado la decisión de protestar contra lo que califica como “indignas instalaciones”. Para ello, todos y cada uno de sus equipos, desde los más pequeños hasta el primer equipo, que compite en Tercera Federación, se sentarán una vez den comienzo los partidos de este fin de semana a modo de protesta activa. Lo confirma a NueveCuatroUno su presidente, Marcos Martínez: “Es una reivindicación por parte de todos los que formamos este club. Serán 15 segundos que esperemos sirvan para que todos sean conscientes de la situación en la que nos encontramos”.

Los datos evidencian la situación en la que se entrenan diariamente unos cien niños, un total de 380 cada semana (24 equipos), “sin olvidar que muchos días el primer equipo tiene que hacerlo en Logroño, en Pradoviejo, porque La Salera está inundada de agua”. Porque las “indignas instalaciones” son “La Salera” y por supuesto “El Cementerio”, indica el presidente de la entidad. La Salera es un campo municipal que no ha sido reformado en mucho tiempo, “desde 1995”. “Son casi treinta años”, señala Marcos Martínez. “Es más, hay una obra prometida, la reforma de los vestuarios, que no se ha llevado a buen término porque las dos veces que ha salido a concurso ha quedado desierto”.

En el Cementerio de Nájera los niños intentan hacer deporte. / Náxara

Y luego está la situación de El Cementerio, donde entrenan todos los equipos de las categorías inferiores del segundo club con más niños de La Rioja. 380, en total. Es una finca privada, que gestiona el Náxara, “donde no podemos hacer inversión o mejora alguna porque la ley, como es normal, lo impide”. Cuenta esta instalación con un campo de fútbol 11, otro de fútbol 8 y un tercero de fútbol sala. Hierba natural. “El Náxara mantiene como puede los campos de hierba natural, pero es imposible cuando llega el frío y la lluvia”. El problema se agrava porque, tal y como indicia el presidente del Náxara, “hay muy poca luz y los niños se cambian todos los días en vestuarios de obra o en estructuras de contenedores”.

Y no es una reinvindicación única y exclusivamente contra el actual equipo de gobierno del Ayuntamiento de Nájera. “Se trata de una demanda histórica que nadie resuelve”, remarca Marcos Martínez. Y pone un ejemplo que dimensiona la gravedad del problema: “Llevamos veinte años esperando un campo de hierba artificial. Es una promesa que hizo el Ayuntamiento de Nájera con el Náxara”. ¿Y dónde va ir ubicado? “Veinte años después no sabemos ni dónde iría en caso de hacerse”, zanja el presidente del Náxara, club que protestará por lo que entiende son unas instalaciones tercermundistas.

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