Agricultura

Las restricciones al riego llegan a los cultivos riojanos

Riego en cultivos de Zarratón en una imagen de archivo

Lo de este miércoles ha sido un pequeño oasis para la agricultura riojana con unos 30 litros repartidos por la región según datos de la Aemet, pero la sequía se prolonga en el que debería ser el mes de las aguas mil. Hasta la fecha en lo que va de año se han registrado cerca de 80 litros en la estación de Agoncillo tomada como referencia y tan solo 8 de ellos corresponden a abril cuando lo habitual es que se acumulen unos 43 litros durante este mes de primavera. Por su parte, los embalses riojanos se mantienen estables en sus reservas hídricas e incluso mejor que hace una semana. A fecha de este lunes, se encuentran al 62,5 por ciento de su capacidad, siendo el de Mansilla el que más agua contiene con un 90,7 por ciento de su capacidad.

Pero la tierra clama agua en cantidad. Lo hace desde el cereal y leguminosas hasta la viña y frutales pasando también por las hortalizas. Y lo hará en mayor medida en los próximos meses si el astro no mejora a su favor y arroja lluvia. Así que toca ser previsores en cuanto a la gestión del riego de los diferentes cultivos riojanos como lo han sido en el Valle del Iregua, donde han establecido dos únicos riegos al año en Albelda, Lardero, Villamediana, Alberite y Nalda. Zonas que se abastecen del embalse González Lacasa y que se encuentra al 60 por ciento.

Embalse González Lacasa.

Mejor panorama tienen los que se nutren de las aguas de Mansilla. Las comunidades de regantes de Valpierre, San Asensio y Alesanco todavía no han anunciado restricciones, pero ya han pedido a los agricultores que los riegos se hagan “de poco en poco, por turnos, para alargar lo más posible la apertura del embalse, que se prevé de aquí a un mes aproximadamente, y repartir el agua entre todos”. Arnaldo Bargondía se encarga de gestionar estas zonas, que abarcan unas 9.000 hectáreas, y controlar los horarios: se permite un máximo de 40 horas para riego por goteo y entre 8 y 12 horas si es por aspersión o cañón.

“Hemos tenido suerte con las últimas nevadas que han llenado el embalse, pero con el agua que está bajando no es suficiente para todos y la demanda ya es grande. Aún así, lo que más me sorprende es que en los 33 años que llevo dedicándome a esto nunca he visto regar las viñas en abril, excepto un año que heló a finales de mes. Lo de este año es algo excepcional y el pronóstico es preocupante porque no se esperan lluvias abundantes, así que lo más probable es que se vean más restricciones a los regantes en los próximos meses”, apunta.

En esta zona de La Rioja Alta también se está regando el cereal, cosa que tampoco es habitual. “Aquí se ha regado siempre lo que son cultivos de verde como la remolacha, patata y viña, pero si ya nos metemos con el cereal… La cosa es que todos tienen derecho a regar porque pagan su cuota, aunque en el caso de que hubiera una sequía extrema sí tiene preferencia lo que es el cultivo de raíz plantado como es el viñedo y frutales”, explica Bargondía. Y mientras tanto los gastos para los agricultores siguen incrementándose sin saber qué vendrá después, porque tras estos primeros riegos llegarán los de verano.

Dependientes de la cuenca del Ebro son los regantes de Calahorra, que, aunque todavía no hay nuevos anuncios, se preparan para adaptarse a posibles restricciones debido al escaso volumen de agua que ocupa el embalse de Reinosa. Algo que puede determinar el devenir de las hortalizas de verano de La Rioja Baja y el del resto de cultivos ante un estrés hídrico que se extiende al resto del país. Y así, mientras la organización agraria ASAJA solicita al Ministerio de Agricultura la convocatoria urgente de la Mesa de la Sequía, el agua de Doñana vuelve a estar en el centro de la polémica ante la intención del PP andaluz por ampliar las zonas de regadío en pleno Parque Nacional.

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