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Gráficas Ochoa y su firme apuesta por el papel en plena era digital

Ana e Irene Ochoa en las instalaciones de Gráficas Ochoa.

El mundo de las artes gráficas tiene tanto de diverso como de atractivo y original. Un mundo en el que dar rienda suelta a la imaginación y crear, partiendo de una mera idea, todo un proyecto a cualquier escala y en cualquier formato. A ello se dedican Irene y Ana Ochoa para continuar, como cuarta generación, la saga que inició allá por 1915 su bisabuelo Santos Ochoa, pero que continuó su viuda, aferrándose al papel como medio de vida para sacar adelante a la familia. Después llegó el abuelo Santos Ochoa, quien abarcó también el sector de las librerías, creando así a día de hoy un holding empresarial entre la gestión de ambos nichos de mercado que se han desarrollado en paralelo estableciendo sinergias y apoyos.

Estas hermanas, al frente de la dirección general de Gráficas Ochoa, focalizan sus esfuerzos en mantenerse siempre al hilo de las últimas novedades y tendencias en artes gráficas, tanto en estilos, utilidades y maquinaria. “Porque es un sector en continua evolución que te obliga a renovarte constantemente y abrirte hueco en un mercado competitivo que apuesta por una guerra de precios. Pero aquí trabajamos en otra vertiente de valor, con una producción de cercanía porque somos una industria de proximidad. Y eso se consigue dando calidad y adaptándonos a cada necesidad del cliente, ya que podemos atender a demandas de producciones para diez unidades o clientes que necesitan 5.000 catálogos de marca”, incide Irene.

Es en ese proceso de conocer una idea, estudiarla y valorarla en el que las hermanas se enfrascan en todo un universo creativo para dar color y forma a la ilusión de un cliente. “Nos apasiona cada idea que puedan traernos porque aquí nos salimos de lo estándar y abarcamos diferentes formatos en un abanico de posibilidades muy amplio. Y es ahí donde te diferencias en el mundo del papel, siempre apostando por el equipo humano que nos rodea y que nos ayuda a crear comunidad”. Entre los proyectos que han suscitado más interés están las láminas con algunas de las obras literarias más conocidas escritas en miniatura, como ‘El Quijote’ y el ‘Lazarillo de Tormes’, sobre la silueta de sus personajes. Un proyecto que han realizado de la mano de Santos Ochoa y la FER.

“Hemos tenido que superar varias crisis y de todas hemos salido victoriosos porque confiamos en que el papel nunca va a desaparecer porque es una alternativa ecológica y que, ahora más que nunca, está de moda. Basta con ir a visitar a un cliente y ver cómo valora de diferente forma aquello que le llevas en formato físico porque crea un anclaje que no establece solo con las palabras. Siempre será necesario contar con el apoyo del papel porque la relación de fiabilidad y garantía que establece es enorme”, remarca Ana. “Por no hablar del interés que suscita el material en sí, porque no se trata solo de una cuestión visual, sino que aquí entran en juego más sentidos como el tacto y el olfato, ahora se puede imprimir con olor y barnices e incluso con efectos tridimensionales”, apunta su hermana.

Su nicho de mercado ha ido evolucionando de la misma forma que lo han hecho las tendencias de impresión, adentrándose también otros puntos de la geografía nacional y también de Francia. La Rioja sigue ocupando el puesto principal en cuanto a número de clientes (80 por ciento) y volumen de negocio (entre un 60 y 70 por ciento), “con un perfil de empresas muy variado”. Las fronteras se van abriendo poco a poco y de cara a futuro próximo el equipo ya trabaja en ampliar horizontes: “Tenemos algunos proyectos en Francia, a través de clientes nacionales, así que la idea es crecer a nivel europeo. Al final es muy complicado abrirte al mercado internacional por el tema del transporte, cosa que también sucede en La Rioja porque las comunicaciones nos son las idóneas para favorecer el tránsito y al final te obliga a coger siempre el coche para viajar a otras comunidades”.

En este sentido, la empresa familiar prima la ecología tanto en las tecnologías que ofrece el mercado aunque estas supongan más dificultades de manejo, como en el material empleado. En el caso del papel, todo procede de bosques sostenibles certificados, es decir, que son árboles de bosques que se cuidan y esto hace que aumente su masa forestal, procediendo mayormente de Europa. Para el resto de materiales también se busca que sean sostenibles y de cercanía, como las tintas ecológicas.

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