El Gobierno de La Rioja invierte 237.000 euros de fondos europeos en el inventariado y recuperación de vías pecuarias y en la actualización del Plan de Ordenación de Vías Pecuarias, para poder garantizar su uso público y utilizar estos espacios como corredores ecológicos.
El consejero, Álex Dorado Nájera, y el director general, José Luis Rubio, han mantenido una reunión de seguimiento con Tragsa, para conocer el desarrollo de los trabajos en los que se invierten 237.639,86 euros procedentes de fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Las labores comenzaron en octubre de 2022 y se prolongarán hasta 2026, ya que tienen un plazo de ejecución de 48 meses. Esta inversión forma parte de los acuerdos establecidos entre el Gobierno de La Rioja e Izquierda Unida .
Las vías pecuarias (cañadas, cordeles y veredas) son itinerarios por donde ha venido discurriendo tradicionalmente el ganado en sus movimientos trashumantes, que son bienes de dominio público de las Comunidades Autónomas y, en
consecuencia, inalienables, imprescriptibles e inembargables. Sin embargo, hasta ahora no estaban debidamente delimitadas. Para devolver la conectividad a la red de vías pecuarias y asegurar su uso a lo público, pudiendo servir como corredores ecológicas y rutas de conexión entre otros senderos, rutas e itinerarios verdes de La
Rioja, el Gobierno de La Rioja ha encargado la actualización del Plan de Ordenación de Vías Pecuarias, que no se había desarrollo adecuadamente en la Comunidad.
Para que una vía pecuaria sea considerada como tal, la Administración Autonómica debe clasificarla dentro de este conjunto de bienes, deslindar al detalle sus límites y amojonarlos para diferenciarlos físicamente. Hasta el momento, únicamente había habido un intento de hacerlo, en 2012, por el que se únicamente se llegó a la
clasificación de una Red Principal, sin que se hubiera ni delimitado, ni amojonado, lo que causada desprotección. De los aproximadamente 3.741 km de vías pecuarias
en La Rioja, solo se han clasificado como tal 989 km, de los que 565 km pertenecen a la Red Principal. Los trabajos encargados a Tragsa pretenden delimitar las vías pecuarias ya clasificadas, y clasificar y delimitar otras vías que sirvan para dar coherencia y conectividad a la red.
Recuperar el uso público y la conectividad de la red de vías pecuarias En ese ámbito, el Gobierno de Concha Andreu, a través de la Consejería de Sostenibilidad, Transición Ecológica y Portavocía, ha emprendido acciones para la
recuperación, deslinde y actualización del Plan de Actuación de las Vías Pecuarias de La Rioja, estableciendo y desarrollando una hoja de ruta para la conservación y puesta en uso de estas vías orientada, no solo a su actividad principal, el tránsito ganadero, sino también a otros posibles usos alternativos como recorridos naturales, corredores ecológicos para asegurar la conectividad de los ecosistemas y puesta en valor de los municipios por los que transcurren.
Los trabajos consisten en la recopilación y estudio de la documentación relativa a cada vía pecuaria para establecer el punto de partida desde el punto de vista administrativo, el estado actual de cada vía pecuaria, así como la actualización de los archivos digitales; las propuestas de clasificación y/o deslinde por razones de
interés público de las vías pecuarias prioritarias; el estudio de conectividad de la Red Principal de Vías Pecuarias a través de otras vías aún sin clasificar ni deslindar; el estudio de los servicios de los ecosistemas y valoración ambiental de las vías pecuarias pertenecientes a la Red Principal y una propuesta de actuaciones; el
estudio de ocupaciones, afecciones, intrusiones, etc. y la creación de base de datos y actualización del archivo digital relativo a ocupaciones en vía pecuaria.
Las vías pecuarias fueron declaradas como parte integrante de la nueva figura de Zona Natural de Interés Especial creada con la nueva Ley 2/22023, de 31 de enero, de Biodiversidad y Patrimonio Natural de La Rioja. Estos espacios deben servir de forma preferente como corredor ecológico para asegurar la conectividad entre hábitats y poblaciones de especies de espacios naturales protegidos y su adaptación al cambio climático.
