El proyecto de la Unión General de Trabajadoras y Trabajadores de La Rioja ‘Centros de Información y Asesoramiento Sociolaboral para Inmigrantes’ (CIASI), subvencionado por la Dirección General de Atención Humanitaria e Inclusión Social de la Inmigración (MISSM) y cofinanciado por el Fondo Social Europeo+ (FSE+), da comienzo hasta diciembre de 2023.
El proyecto se desarrolla a través de itinerarios individualizados de inserción sociolaboral, en los que se atiende las demandas de forma personalizada y se realizan actividades grupales para hablar sobre temas de interés general para los integrantes, como por ejemplo, trámites y gestiones básicas de extranjería, solicitud de nacionalidad, búsqueda activa de empleo, etc.
El proyecto el pasado año
Un total de sesenta personas han sido atendidas a lo largo de 2022, 33 hombres y 27 mujeres. La participación femenina ha crecido de manera progresiva con los años, pero siguen siendo los hombres los que más acuden.
En cuanto a la formación base de las personas participantes, las mujeres, por norma general, tienen mejores cualificaciones que los hombres, pero también son las que mayores impedimentos encuentran en la búsqueda de trabajo. Las cargas familiares y la propia condición femenina evidencian la brecha de género que afecta a las mujeres extranjeras por igual.
Uno de los grandes problemas a los que se enfrentan las personas migrantes en España es la dificultad de validar las titulaciones de su país de procedencia.
Por un lado, los procedimientos de las administraciones locales son lentos y tediosos, exigen una gran cantidad de papeleo; y por otro, las administraciones del país de origen ponen muchas trabas para la entrega. Se necesita poder notarial y legalizar documentos, lo cual es muy costoso, sin contar que solo se realiza la entrega de manera presencial. Para muchos de los afectados, la opción más viable y económica es la de formarse de nuevo en España.
Se han impartido dos cursos de formación acreditada, uno de carretillas elevadoras, y otro de manipulador de alimentos, que facilitan el acceso al empleo en los sectores de industria y hostelería, entre otros. De igual manera, este año se valora qué formaciones de similar índole se van a impartir.
Tras el paso por el proyecto, siete personas han comenzado su formación y veinte han obtenido algún tipo de cualificación. Un total de ocho personas que se encontraban en situación de desempleo o de inactividad han retomado la actividad laboral, siete con contratos temporales y uno trabaja por cuenta propia.
De los siete contratos temporales, cinco son a jornada parcial y dos a jornada completa. Es evidente que entre las personas trabajadoras, y sobretodo migrantes, la contratación temporal prima por encima de todo.
De cara a este año, se prevé realizar actividades similares a las de años anteriores y se espera que más personas nacionales de terceros países que presenten un alto grado de vulnerabilidad, sobretodo mujeres con responsabilidades familiares y escasa cualificación, se animen a participar en el proyecto.
