La Rioja

El viaducto de la variante de Murillo supera la prueba de carga

El viaducto de la variante de Murillo, que ya tiene ejecutado el 90 por ciento de los 9 millones de euros que se invierten en la obra, ha superado este martes con éxito la prueba de carga para comprobar su consistencia y operatividad, por lo que su apertura se prevé a finales del próximo mes de marzo.

El director general de Infraestructuras, Vicente Urquía, y los responsables técnicos de la obra han asistido a las maniobras realizadas por una sucesión de sies camiones, que portaban una carga de 26 toneladas cada uno, ha detallado el Gobierno regional en una nota.

Los camiones se han situado sobre el tablero del viaducto para comprobar el perfecto comportamiento de la estructura construida y la respuesta a una carga de 156 toneladas en cada uno de sus vanos.

El viaducto de la variante testado salva el cauce del río Leza con un puente de 173 metros de longitud y 15 metros de altura; y consta de dos vanos de 25 metros y tres de 41 metros.

Esta variante, incluida en el nuevo Plan de Carreteras de La Rioja 2023-2030, es una infraestructura fundamental para Murillo de Río Leza, que permite solventar el problema de tráfico existente, ya que saca de la población un importante tráfico de paso y el tráfico pesado.

Ello contribuye al desarrollo de la localidad, a la seguridad de la ciudadanía y a mejorar la comunicación de Murillo con el área metropolitana de Logroño y con otras zonas de La Rioja, como los valles de Ocón y de Jubera.

Urquía ha indicado que la construcción de esta segunda fase servirá para evitar que el tráfico de las carreteras LR-259 y LR-261, sobre todo de vehículos pesados, pase por el núcleo urbano de Murillo.

La nueva circunvalación permitirá, cuando esté acabada del todo, canalizar los tráficos de estas dos vías salvando los ríos Leza y Jubera, ha añadido.
La primera fase de la construcción de esta nueva vía se inició en 2017 y finalizó en abril de 2019, lo que evitó el paso por Murillo de Río Leza de camiones procedentes del valle del Jubera en su búsqueda de la autopista o de la N-232.

La segunda fase de la variante consiste en un trazado de nueva construcción, de 2,8 kilómetros de longitud y dos carriles de 3,5 metros.

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