Salud

Sospechas de alergia: ¿cuándo ir al alergólogo?

La alergia es un riesgo que el ser humano tiene desde sus primeros días de vida hasta la edad más avanzada. Mientras que hay reacciones que se muestran rápidamente y se aprecian en la fase de bebé, otras tardan más en aparecer, incluso se pueden desarrollar en el futuro, como consecuencia de la exposición hacia factores externos o por el crecimiento natural del cuerpo.

En este contexto, la necesidad de acudir a un profesional puede surgir en cualquier momento, por lo que es un buen recurso el hecho de contar con la posibilidad de consultar a los médicos especialistas del seguro de salud. Solo así el usuario garantiza que encontrará una atención rápida y personalizada ante una posible reacción alérgica.

La decisión sobre cuándo acudir a un alergólogo, que es el profesional especialista en esta materia, genera ciertas dudas entre los pacientes, pues muchos de ellos no encuentran el momento para emprender esta iniciativa. Los expertos, en cambio, son más tajantes en ese sentido: hay que visitar al médico correspondiente cuando haya una reacción, aunque ésta sea mínima, o una sospecha relacionada. Cada tipo de alergia actúa de forma muy diferente sobre el organismo y se muestra al exterior también de diversas formas. El ciudadano de a pie no tiene la información adecuada para saber con precisión qué le está ocurriendo. Un indicio aparentemente leve puede ser grave, así que la mejor elección es, ante cualquier atisbo de riesgo, visitar al alergólogo.

Síntomas

Otro punto de controversia es cuándo se puede identificar un problema en el cuerpo con el sufrimiento de una reacción alérgica. Si bien aquí el campo de opciones es bastante amplio, hay algunos ejemplos concretos que son muy esclarecedores. Los estornudos continuos o la irritación y congestión en la nariz o los ojos son motivos para pensar que hay que acudir a la revisión de un especialista. Estos problemas pueden aparecer en cualquier momento del año y suelen reforzarse durante la primavera, a partir del mes de marzo. Una repentina dificultad respiratoria es otro síntoma bastante evidente.

La aparición de manchas o inflamaciones en el cuerpo, así como la sensación de escozor son también señales de que hay que visitar a un alergólogo. Esta situación suele producirse por la exposición a una planta o la ingesta de un alimento, determinados. Las picaduras de insectos o el consumo de medicamentos, a los cuales la persona tiene una alergia que no conocía, también pueden producir este tipo de situaciones.

La ventaja de contar con el acceso a un servicio privado de salud es que las coberturas del seguro incluyen la visita a los profesionales de la alergología. Tienen la capacidad tanto de buscar soluciones urgentes para los problemas, lo cual supone un importante alivio para la persona afectada, como de poner en marcha planes de actuación a medio y largo plazo que tienen el objetivo de reducir la incidencia de la alergia o, incluso, de eliminarla por completo. La clave para que el riesgo no se maximice es realizar la consulta correspondiente y seguir las indicaciones del médico.

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