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Contra el Castellón, una auditoría al corazón

La historia se escribe sobre el paso del tiempo, que requiere de unos lugares; y en esto del fútbol, de unos rivales íntimos que jalonan sucesos, buenos y malos, como es el caso. No es el Castellón un rival habitual de la UD Logroñés. Han sido escasos los partidos en los que se han enfrentado, o porque no existía el club riojano o porque a los albinegros, un histórico del fútbol español, les estaba tocando chupar bota durante demasiados años por la Tercera División española; e incluso, no hace muchas temporadas, El Mazo se les hacía un espacio insalvable para saltar a la vieja Segunda B.

Pero el Castellón sí es uno de esos rivales íntimos de los riojanos. Pocos son los partidos, pero importantes. No son muchos esos rivales que en estos años de historia pueden situarse en este mismo camino. Quizás aquellos partidos contra el Racing de Ferrol, las citas más habituales contra la Cultural, el Racing de Santander para ir midiendo el desarrollo competitivo de este club, el Cartagena… y sin duda el Castellón. Pocos pero grandes partidos, como el de este domingo a las 18:00 horas en Castalia.

El partido por el ascenso en Málaga.

Los dos quisieron ascender en 2020. Los dos quisieron mantenerse una temporada más tarde en Segunda División. Los dos ascendieron (los riojanos en esa final directa en La Rosaleda ante el Castellón, y los albinegros por la vía más larga y dura); y los dos bajaron de la mano a Segunda División. De ahí lo de íntimos. Y ahora los dos se ven las caras en sus particulares crisis en Primera Federación. La visitante, sin duda, más grave que la local. Nuevo partido decisivo entre dos rivales que se auditan el corazón cada vez que se ven las caras.

Muchas vueltas se le ha dado al día en el que la UD Logroñés descendió de categoría. Fue en Las Gaunas, ante Las Palmas. Aquel doloroso 0-1 con Enigma 69 (otrora Nano Mesa) fallando el 1-0 para haber metido algo de presión. Fue ese día. Un 30 de mayo de 2021. Ahí se clavaron las cuatro puntas al ataud de una temporada. Pero la tumba se comenzó a cavar unas cuantas semanas antes. Jornada 36 de 42. Derrota (0-1) en Las Gaunas ante el Cartagena (otro rival habitual que había ascendido con el Logroñés a Segunda unos meses antes), y los de Sergio Rodríguez viajaban, una semana después (J37), a Castalia para enmendar el error y evitar caer a falta de tan pocos partidos a una zona de descenso que de forma milagrosa estaban evitando hasta entonces pese a llevar muchas semanas sin ganar.

Natxo González. / NCU

Empate a cero. Quizás los riojanos fueron mejores. Merecieron ganar, pensamos entonces. Pero 0-0, y las cuentas, de repente, dejaron de salir. Poco que hacer tenía aquel equipo contra sus próximos rivales: Girona (1-4), Leganés (3-0), Almería (2-1) y Las Palmas (0-1). Solo había un partido ‘ganable’, contra el Fuenlabrada. Y se sacó adelante, 1-0. Pero aquella derrota contra el Efesé en Las Guanas y el empate a cero en Castalia mostraban, aunque no quisiéramos verlo, que el descenso era cuestión de tiempo, que las matemáticas no daban. Y las cuentas salieron, desafortunadamante: el equipo descendió por no ganar en Castalia al equipo al que superó en los penaltis en La Rosaleda aquel histórico 18 de julio de 2020.

Es como si hubiera pasado una vida entera. Nada es lo que era. El fútbol es una trituradora de optimistas. La vida se pierde en los goles en contra. Y ahora, el Castellón recibe a la UD Logroñés, de nuevo. Y los dos están con sus particulares crisis. El Castellón, segundo en liga y mejor local, lleva cinco partidos sin ganar, y su entrenador Rubén Torrecilla fue cesado antes de Navidad. Y Alejandro Jiménez, como lo fue Sergio Rodríguez, es un técnico de la cantera en interinidad en el primer equipo. Y la UD Logroñés, tras nueve partidos sin ganar, debería observar que Castellón es un punto de inflexión. Otra vez más. Y solo el tiempo dirá si el resultado de este domingo sirvió para tirar hacia arriba o fue el lugar donde todo comenzó a complicarse en exceso, tanto como para empezar a pensar que la historia podría situar al club en un lugar impensable hace tan solo un par de semanas, cuando el Castellón era líder y la UD Logroñés esperaba una reacción que no llega.

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