Me ha hecho mucha ilusión que Tubía Rosales sea homenajeado por el Gobierno de la Rioja con una magna exposición en el Parlamento, comisariada por Javier Garrido, como conmemoración del 40º aniversario de la aprobación del Estatuto de Autonomía de La Rioja. Tuve una buena relación con él, aunque esporádica. Él vivía en Haro y yo en Logroño.
Nos conocimos en 1987, cuando trabajaba en Imprenta Moderna de técnico-comercial y me encargaron la producción del libro ‘25 Artistas Riojanos’, editado por la Consejería de Cultura, siendo el consejero José Ignacio Pérez. La maqueta la hicimos entre mi recordado amigo Javier Valladolid y el que suscribe, con textos de Micaela Pérez. Además, yo estaba incluido en dicho libro como artista riojano y diseñé la portada del mismo. No conocía su pintura y me impresionó. Era una pintura recia, contundente y que, sobre todo, no te dejaba indiferente. A mí algunos de sus cuadros me recordaron a Solana, aunque menos tétricos, pero igual de recios y otros a Pancho Cossío.
Con el título de ‘Artistas Riojanos 87’, en marzo de ese año, se realizó una exposición de 20 pintores de los pertenecientes al mencionado libro, en el Palacio del Gobierno de Gante (Bélgica) y también se llevó a Sitges, Barcelona. En la que tanto él como yo estuvimos presentes.
En 1989 nos volvimos a encontrar. Me encargaron el catálogo de la exposición antológica que en su homenaje realizó la Consejería de Cultura -siendo la consejera Carmina de Miguel-, del 10 al 26 de enero en el Museo de la Rioja. La maqueta la volvimos a hacer entre mi recordado amigo Javier Valladolid y el que suscribe y la impresión volvió a ser en Imprenta Moderna. Todavía guardo el catálogo con una dedicatoria que me escribió, indicando: “A Uzqueda, con el deseo de hacer buena pintura”.
En 1990, la Consejería de Cultura editó la colección de 5 libros titulados ‘1950-1990, Cuarenta años de Artes Plásticas en La Rioja’. Con textos de José Luis Labandíbar y diseño y maquetación mía. En el tomo ‘A través de sus individualidades históricas’, Tubía Rosales está presente con dos obras de paisaje riojano: ‘Puente de Briñas’ y ‘Tierras y Toloño’.
En 1995, con motivo del 10º aniversario de ‘La Prensa del Rioja’, se editó el libro ‘Arte y Cultura del Vino de Rioja’, con la colaboración del C.R.D.C. Rioja, bajo la dirección editorial de Javier Pascual y mi dirección artística. En el cual colaboró también Tubía Rosales con la obra ‘Paisaje riojano con viñas’. Con las 25 obras se realizó una magna exposición en la sala de Caja Rioja-Gran Vía.
En 1999, con motivo de ser honrado con el ‘Galardón a las Bellas Artes Riojanas’, la Consejería de Cultura del Gobierno de La Rioja, siendo consejero Luis Alegre, le edita un libro-catálogo, el cual tuve el honor de que me lo dedicara con unas bonitas palabras: “Para el compañero y amigo Uzqueda, con mucho cariño”. Participa en el libro y exposición ‘Arte Riojano para el 2000’ en la Sala de Arte Amos Salvador, con las obras: ‘Vista parcial de Haro’ y ‘Treviana’.
Y el título de este articulo es porque también en el año 2000, y con motivo de la edición del libro y exposición en el Parlamento de La Rioja ‘San Millán de la Cogolla, Patrimonio de la Humanidad’ vuelve a ser uno de los artistas participantes con una impresionante vista interior del Monasterio de San Millán de Suso. Es decir, que don José María no es la primera vez que expone en el Parlamento de la Rioja. De dichos eventos tuve el honor de ser el coordinador general, así como Javier Pascual el director editorial, José Antonio Aguado el director artístico, la maquetación corrió a cargo de Sheila Uzqueda.
Recuerdo que en esa ocasión le comenté de cambiarnos una obra, algo que he hecho con muchos colegas míos. Por supuesto que el accedió a tal petición, pero el problema me dijo que era la distancia, el seguía en Haro y yo en Logroño. Le comenté que algún día que subiera por Haro le llamaría, algo que no hice y de lo cual me arrepiento, pero la vida es así.
En 2005, volví a comisariar una exposición en Bodegas Ontañon titulada ‘Arte y Mitología’ en recuerdo de artista Miguel Ángel Sainz, de la cual se editó un libro-catálogo. Como estaba invitado a dicha exposición, pensé que seria el momento de cambiarle el cuadro, pero ya no vino. Vivía con su hija en Vitoria y al año siguiente falleció.
A lo largo de su vida artística cosechó numerosos premios y distinciones.
La Exposición del Parlamento de La Rioja me parece impresionante y muy acertada en su selección de obras, y por supuesto no voy a ser yo quien juzgue esos cuadros, pero si les recomiendo que vayan a verla. No se arrepentirán.
