El Rioja

La Ruta del Vino de Rioja Alta trabaja para impulsar la plantilla en enoturismo

Alfonso Mestro (izquierda), gerente de la Ruta del Vino Rioja Alta

La actividad enoturística en Rioja afronta el final de su temporada alta con ese mar de viñedos rojos, verdes y amarillos que se extiende por la denominación tras concluir la vendimia. Un atractivo paisajístico que funciona como perfecto motor económico para la región por la abundancia de visitantes que moviliza. El gerente de la Ruta del Vino Rioja Alta, Alfonso Maestro, destaca además la buena meteorología que ha acompañado durante estos meses de septiembre a noviembre, “favoreciendo el desarrollo de diferentes actividades de exterior en las bodegas”.

– ¿Qué balance de actividad se hace tras el paso de este puente festivo?

– Hay que tildarlo de muy positivo, con unas cifras que se han de entender como el indicador de que vamos a seguir trabajando para remontar y recuperar los niveles de 2019. Esta temporada ha ido especialmente bien y, aunque no hay datos por ahora porque el balance lo hacemos a año pasado, nuestras bodegas socias tienen buenas expectativas incluso de igualar esos datos prepandemia. El sector se muestra así muy satisfecho y con optimismo de salir pronto del túnel y, a poder ser, mejorar también los niveles iniciales.

Enoturismo en la Ruta del Vino de Rioja Alta.

– ¿Cuál es el perfil de enoturista predominante que las bodegas vienen apreciando en los últimos meses?

– Pues a la vez que se ha ido rebajando el peso del público nacional, el cliente internacional cada vez gana más posiciones y ahora es el principal turista que nos visita. Un número, además, que sigue creciendo. Destacan los americanos, argentinos y franceses, por ese orden. En el caso de Francia, además, estamos realizando campañas de marketing de promoción del destino turístico porque es un mercado maduro que conoce bien el mundo del vino y la gastronomía y además, geográficamente, está próximo a nosotros. Una valoración interesante es que muchos de estos turistas internacionales llegan a nosotros a través de la marca Rioja porque nos quieren conocer, no porque nos hayan conocido en un motor de reservas o una agencia de viajes.

– ¿Cómo se gestiona esta abundante demanda en las bodegas?

– Lo cierto es que es complicado porque la carencia de personal de enoturismo se agudiza cada vez más. El análisis que se hace de esta problemática que padecen muchas bodegas no es sencillo porque no solo hay un motivo que justifique la falta de plantilla. Por un lado, está la crisis de la pandemia, donde se perdieron muchos puestos en los departamentos de enoturismo que ahora es difícil recuperar porque esa gente ya tiene otras ocupaciones. Pero también esa creciente demanda de clientes internacionales que obligan a encontrar un personal especializado y formado en idiomas.

– ¿Qué actuaciones se plantean para intentar solventar esta carencia?

– Desde la página web de la Ruta del Vino de Rioja Alta trabajamos desde hace un mes en conectar los intereses de demandantes de empleo y empresas que necesiten trabajadores. Se trata de cruzar información entre ambos porque muchas veces se desconoce que existan este tipo de ofertas de empleo. Al fin y al cabo, actuamos como agentes del territorio que quieren solventar estas carencias. Y en este poco tiempo ya hemos visto los resultados de un gran número de solicitantes de empleo que se han puesto en contacto con nosotros.

– ¿Cómo han evolucionado las tendencias enoturísticas en los últimos años?

– Lo que se está explotando cada vez más es la especialización en las actividades. Se busca ofrecer un turismo de sensaciones y experimental, algo que va de la mano de la mejora de la calidad de la experiencia enoturística que ofertan nuestros asociados y que hace que Rioja se posiciones con la Ruta del Vino de Rioja Alta como un destino experiencial clave desde el punto de vista de la cultura, la gastronomía, el paisaje, el patrimonio…

– La pasada semana se entregaron los Best Of Wine Tourism. ¿Qué supone este tipo de reconocimientos para el sector?

– Lo que indica es que cada vez hay mayor competencia tanto entre las ofertas propuestas como entre operadores. Se están haciendo muy bien las cosas en este y otros destinos, pero nuestros operadores ofrecen un altísimo nivel de calidad en las acciones que realizan tanto en los alojamientos, enoturismo de naturaleza y bodega… Son reconocimientos que sin duda animan a seguir trabajando para superarse.

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