El Rioja

Un equipo para detectar a los mentirosos del vino

Guardia Civil y Policía acuden a la Estación Enológica de Haro con las muestras incautadas

La Estación Enológica de Haro, reconocida como un referente para la ciencia y la técnica del sector vitivinícola desde 1892, aborda desde sus laboratorios en la ciudad jarrera el análisis del vino y derivados, así como el asesoramiento a los diferentes agentes involucrados. Una labor que ejecuta tanto desde la parte pública, con apoyo a los proyectos del ICVV, como desde la privada, con la atención a bodegas, cosecheros y Consejos Reguladores.

Pero, a su vez, también tiene una labor de investigación para combatir los fraudes que se cometen en relación a esta bebida. “Y que son muchos”. Elena Meléndez es la directora de este centro y asegura que esta labor ocupa gran parte de su tiempo. Guardia Civil y Policía Nacional aportan las muestras incautadas o susceptibles de engaño, también procedentes de otras regiones, a los técnicos de la Enológica para comprobar si hay o no delito y comienza entonces la labor de rastreo por las diferentes fases de los análisis fisicoquímicos.

Es en ese momento en el que entra en juego una pieza clave en los laboratorios de la Estación: el nuevo equipo de Resonancia Magnética Nuclear adquirido en 2015 y que ha servido para destapar numerosos fraudes. Una máquina única en España que ha supuesto un salto de calidad enorme y que permite determinar la estructura molecular y la composición química de una muestra.

“Este sistema nos ha ayudado a demostrar la falsedad de una botella que decía contener un vino de cierta variedad y que no era así. Hace poco, por ejemplo, la Guardia Civil detectó una botella a un precio anómalo para una determinada variedad muy por debajo de su precio habitual, por lo que empezó a sospechar y llegó hasta nosotros”, explica Meléndez.

Con este RMN de protón “de una potencialidad tremenda” se han creado modelos durante más de cinco años y ahora el centro ya cuenta con unos 20.000 vinos registrados en la base de datos global. Bruker es la empresa diseñadora y distribuidora de este equipo y creadora de dicha base de datos que, además, lidera una red internacional de laboratorios que lo poseen y de la que la Enológica de Haro es socia en exclusiva. “Todo esto nos ha permitido tener modelos de origen y variedad de los que tenemos la exclusividad en España”, remarca Meléndez.

En otros casos, añade, “han llegado muestras incautadas por la Policía Local de un pueblo cercano a jóvenes menores de edad con el fin de comprobar si estas tenían alcohol y, si es el caso, denunciar a los establecimientos que les han vendido esa bebida”. Muestras que se incautaron dentro del bar o en la terraza y que en varias ocasiones han arrojado un resultado positivo en alcohol.

La directora de la Enológica también recuerda otra estafa en la que el nombre de un enólogo de Rioja y su bodega aparecían en una botella que no era suya. Los agentes se pusieron en contacto con los técnicos del servicio de calidad del laboratorio, quienes corroboraron el timo, por lo que incautaron esas botellas, cuya etiqueta decía ser vino hecho a partir de una variedad que no era.

Pero los fraudes en materia vinícola no afectan solo al producto final. Los engaños en la compraventa a granel también son frecuentes. “Por eso las bodegas intentan protegerse de todos estas falsificaciones que no hacen más que perjudicar a su nombre”.

Subir