La consejera de Salud, María Somalo, ha advertido este viernes a los potenciales actores de los pinchazos que sean conscientes de que, con independencia de su finalidad, aunque sea por “una simple gracia o moda”, es algo que entraña un riesgo para la salud de la víctima.
En este sentido se ha pronunciado al presentar la actualización del protocolo sanitario de actuación a las víctimas de este tipo de pinchazos antes de reunirse, a este respecto, con responsables de la Dirección General de Salud y Servicio Riojano de Salud.
La titular de Salud ha recalcado que la asistencia sanitaria a las posibles víctimas de esta práctica es la adecuada y está totalmente garantizada y ha precisado que el objetivo de la actualización del protocolo es proporcionar “la asistencia más adecuada y en el menor tiempo posible”.
“La simple gracia o la moda de dar pinchazos, aunque no tengan una finalidad delictiva, pone a la víctima en una situación de riesgo de su salud por la posibilidad de transmisión de enfermedades infecciosas”, ha advertido.
Las novedades
Somalo ha detallado que para propiciar que el proceso de atención a cualquier víctima continúe llevándose a cabo con la mayor accesibilidad y celeridad, tanto los profesionales de los servicios de urgencias de los hospitales de la comunidad como los que integran la red de centros de salud “conocen perfectamente las medidas y actuaciones que deben implementarse para atender las necesidades asistenciales de la víctima y cumplir adecuadamente con el procedimiento de extracción de la toma de muestra de sangre que debe llevarse a cabo ante la sospecha de posible sumisión química pero también para garantizar que se le presta una atención acorde a la situación de especial sensibilidad que puede requerir este tipo de situaciones”.
El nuevo protocolo, que recoge de forma más detallada cómo deben abordar los profesionales sanitarios un caso de sospecha de ‘pinchazo’ intencionado y cuáles son los mecanismos para garantizar la asistencia con todos los medios al alcance del sistema público de salud de La Rioja, “constata cómo la comunidad está capacitada para dar la respuesta médico-legal adecuada que garantice todos los derechos de la víctima”, ha explicado el director general de Salud Pública, Consumo y Cuidados, José Ignacio Aguado.
En este sentido, la gerente de Atención Primaria, Paula Guerrero, ha detallado que “hay que tener en cuenta que el abordaje de estos casos puede ser complicado dada la angustia que puede padecer la víctima, por lo que será una prioridad para los profesionales conseguir que la atención que le prestan se de en un ambiente adecuado, relajado cómodo y tranquilizador para ella”.
El nuevo protocolo explicita también la importancia de que la víctima sea atendida en el servicio de urgencias hospitalarias en un tiempo nunca superior a las dos horas para realizarle la toma de muestra de sangre que evidencia la presencia o no de sustancias tóxicas en su organismo con intención de intento de sumisión química. En este sentido, Guerrero, ha explicado que “para garantizar que se cumpla, será el propio personal sanitario el encargado de facilitar el traslado si fuera necesario dada la situación de la víctima, cuando dicha primera atención se produzca en un centro de salud”.
En lo que respecta al ámbito hospitalario, Rubén Castejón, coordinador médico de Consultas Externas y Urgencias, ha declarado que la actualización del protocolo del Gobierno de La Rioja detalla de manera pormenorizada “cómo deben actuar los profesionales tanto en lo que respecta al estado clínico de la paciente como en lo que se refiere a la pertinente realización, en su caso, de pruebas de tóxicos y su adecuada custodia”. “Así, y como se ha venido haciendo hasta ahora, es ya en la primera atención a la víctima, cuando se establecen las medidas diagnósticas o terapéuticas habituales que el médico responsable valore adecuadas (anticonceptivo de emergencias, profilaxis, etc.)”, ha explicado.
A partir de aquí, si la víctima refiere que cree que ha estado inconsciente, presenta amnesia total o parcial, o existe la sospecha o posibilidad de haber sufrido violencia sexual u otro tipo de agresiones, es el propio personal sanitario el encargado de poner en conocimiento de los hechos al médico forense de guardia y las fuerzas del orden público que se requieran según las circunstancias.
