La Asociación Española de Ciudades del Vino (Acevin) ha publicado esta semana su nuevo Informe Anual de Visitas a Bodegas y Museos del Vino con una información relativa 33 de las 35 Rutas del Vino del país. Entre las cinco más demandadas durante 2021 se cuela la de Rioja Alta, con 159.957 visitas, mientras que Rioja Alavesa le sucede en ese sexto puesto con 98.705 visitas. La primera ha crecido hasta un 130,56 por ciento desde el año anterior (69.378 personas), mientras que la segunda lo ha hecho en un 93,61 por ciento (50.981 personas).
Cifras muy opuestas, sin embargo, a las registradas en Rioja Oriental, que se coloca a la cola de las 33 Rutas con sus 765 visitas anuales. Esto refleja un 54,57 por ciento menos de afluencia que el año anterior, cuando acumuló hasta 1.684 visitantes. Una tendencia inusual para este 2021 al tratarse de un año de recuperación de la actividad enoturística en la que la mayoría de Rutas han incrementado exponencialmente sus datos (solo cuatro han perdido visitantes).
Por contra, la Asociación Española de Ciudades del Vino coloca a Rioja Oriental como la Ruta de esta denominación en la que más dinero se deja el turista en la tienda, con un gasto medio de 70,54 euros por persona (52,09 euros en la Ruta de Rioja Alta, mientras que Rioja Alavesa no cuenta con datos). Por otro lado, el precio medio de la visita a bodega más elevado es en Rioja Alta, con 18,02 euros por persona (14 euros en Rioja Alavesa y 12,50 euros en Rioja Oriental).
A nivel nacional el crecimiento ha sido de un 126,22 por ciento, pasando de 814.323 visitas a bodegas y museos del vino asociados durante 2020 a 1.640.800 el año pasado (en 2019 se registraron 3.076.334 visitas). Es la Ruta del Vino de Calatayud la que lidera el ranking de las más visitadas con 213.614 personas.
En cuanto a la repercusión económica de la actividad turística de estas 33 Rutas, el informe de Acevin refleja que, si en 2020 el impacto económico anual se redujo en un 72,5 por ciento, las cifras del nuevo informe de 2021 reflejan un aumento del 130,5 por ciento, lo que supone 54,2 millones de euros.
Una cifra a la que habría que sumar la correspondiente a otros gastos en destino derivados del alojamiento, la restauración, las compras o las actividades, por lo que el impacto total sería «mucho mayor» hasta el punto de que la Asociación lo sitúa en los 160 millones de euros. Estos resultados son la «constatación» de la recuperación del enoturismo en España tras la pandemia.
