El coro Ensamble La Rioja ofrece este domingo un concierto “muy vistoso y muy variado” en el Auditorio del Ayuntamiento de Logroño con canciones de ABBA, Pau Dones, Queen, Alaska, temas clásicos de coro, y canciones a capela, de rock y pop.
El coro está compuesto por una treintena de cantores, hombres y mujeres, quienes estarán acompañados por siete músicos, que tocarán varios instrumentos, como el piano, la batería, la guitarra eléctrica, el ukelele, el violín, la flauta travesera, la guitarra clásica y otros de percusión, ha explicado su director, Diego Martínez.
Para Esamble La Rioja, este concierto es “uno de los más importantes” del coro porque “resume todo el trabajo realizado hasta ahora y porque se van a interpretar canciones exigentes”, ha explicado el director del coro. Martínez ha recordado que Esemble La Rioja comenzó a finales de 2018 cuando un grupo de cantores decidieron organizar un coro con “pretensiones de ser diferentes a lo que había habido en La Rioja hasta ese momento”.
Estuvo medio año trabajando y formando el repertorio que iba a interpretar, al igual que configurando vestuario y las coreografías, hasta que en mayo de 2019 se presentó a la sociedad riojana con un concierto, que “fue un éxito porque se llenó el Auditorio de Logroño”, ha detallado.
El segundo concierto “grande”, ha explicado, lo ofreció en la concatedral de Santa María de la Redonda, de Logroño, en Navidad, “que también fue un lleno absoluto”, pero “después vino la pandemia y hubo que parar, aunque se siguió trabajando online”.
En ese contexto, ha subrayado que el mayor reto que ha sufrido el coro hasta la actualidad fue la pandemia porque “el trabajo coral necesita que las personas se vean y estén juntas, ya que se tienen que organizar, compensar y compaginar, y eso es un trabajo que necesita ser presencial”.
También ha destacado la capacidad de adaptación que mostraron los miembros del coro a las restricciones de la pandemia, ya que decidieron que todos los domingos se iban a juntar, de manera telemática, durante una hora, para repasar las diferentes canciones y actuaciones.
Estas sesiones, ha señalado, servían para repasar “voz por voz” el texto, la pronunciación, y para hacer ejercicio de respiración. “Fue un trabajo más lento y menos bonito porque no se veían resultados, pero también era un poco terapéutico”, ha asegurado.
Otra dificultad que la pandemia ha tenido para esta agrupación musical, ha subrayado, ha sido la obligación de llevar la mascarilla en los conciertos, en el momento en que se permitieron, lo que “para los miembros del coro fue como esta amordazados”, ya que “llevar un trozo de tela hace que la voz no salga igual, no se puede respirar bien, es incómodo y los fraseos musicales se reducen, entre otras cosas”.
A pesar de ello, el concierto de este domingo será el primero desde que empezó la pandemia en que podrán actuar sin la mascarilla, ha informado Martínez, quien, en relación a los proyectos que tiene el coro, ha indicado que tienen “apalabrados” en el calendario algunas actuaciones en varios municipios de La Rioja, como Torrecilla en Cameros.
