La UD Logroñés ha caído frente al líder Racing de Santander (1-0), víctima de un gol de Fausto Tienza nada más comenzar. Mejor imagen de los blanquirrojos, que han propuesto un juego con algo más de iniciativa, de la mano de Albert Aguilá. El bloque riojano ha mantenido el equilibrio ante el mejor equipo del grupo, pero ha sido superado en intensidad y detalles clave. Los visitantes se quedan quintos con 53 puntos y podrían acabar la jornada fuera de playoff si gana el Rayo Majadahonda.
Si un equipo quiere ascender, debe ser muy eficiente en ambas áreas. Y nada de eso ha ocurrido en El Sardinero. La invulnerabilidad del área propia ha durado un minuto y medio. Exactamente el tiempo que Fausto Tienza ha tardado en marcar un golazo desde la frontal. Nada pudo hacer Daza; aunque el atacante disparó demasiado libre, con demasiado espacio. Tras el 1-0, los verdiblancos han intentado encarrilar el partido por la vía rápida, con la conexión Soko-Cedric con chispa y gran verticalidad.
Para ganar en Santander, es imprescindible resolver bien en área rival. Pocas ocasiones habrá más claras que la errada en el minuto 14. Aridane, solo dentro del área, ha mandado fuera un gran pase de Fer Cano desde el costado zurdo. Lo exigible es que ese disparo vaya al menos entre los tres palos. Ese gol tempranero y esa ocasión clamorosa fallada pueden resumir la contienda. Había actitud, ganas e ideas; pero faltaba calidad y claridad para definir donde hay que hacerlo. Todo lo contrario que su rival; menos brillante, pero mucho más productivo.
Foto: UD Logroñés
Con el paso de los minutos, el equipo de Aguilá ha dado un paso hacia adelante. Iñaki y Paolo Medina tenían protagonismo por los laterales, Javi Castellano se ha hecho importante en el centro del campo y Guarrotxena lo ha intentado arriba. Bastantes llegadas, pero poco peligro hacia la meta de Parera. El catalán solo ha tenido que blocar un remate desde la frontal. La UD Logroñés llegaba fácil a tres cuartos, pero quería hacerlo todo demasiado bonito y preciosista. Faltaba también un punto de pragmatismo.
La falta de gol es una realidad indiscutible en los blanquirrojos. Aridane ha caído lesionado y Rodri Ríos ha salido a sustituirle. Y nada más salir, el ‘9’ ha fallado una ocasión todavía más clara que la de la primera mitad. Solo, en el segundo palo y sin portero; no ha acertado a rematar un balón que le ha pasado por debajo de las piernas. El Racing estaba cómodo y creaba peligro sin demasiado esfuerzo. Cedric se ha encontrado con el poste tras una gran asistencia de Pablo Torres. Y posteriormente, el mismo delantero la ha mandado fuera en área chica.
Corría el cronómetro y Ousama Siddiki ha saltado al césped, en búsqueda de una pequeña gran revolución. Pero los muchachos de Guillermo Fernández-Romo lo tenían controlado y la UD Logroñés ha echado de menos a Dubasin, sancionado por ciclo de amarillas. También a Diamanka, lesionado. Los cántabros se han blindado en el centro del campo, poniendo intensidad y sin ceder un solo espacio. Con la flechita apuntando al cielo si esto fuera un videojuego, no iban a dar ninguna facilidad a los blanquirrojos.
Defensa de tres de Albert Aguilá en el tramo final, con Arregi y el canterano Íñigo como revulsivos. Naves quemadas en busca de un punto que sería de oro. La gasolina estaba ya en la reserva, sin muchas ideas. Los riojanos han muerto con las botas puestas, con dos balones parados en un largo tiempo añadido, con Daza subiendo incluso al remate. Pero no ha podido ser y próximo partido es capital: viene el Racing de Ferrol a Las Gaunas (sábado 17:00). El playoff hay que lucharlo jornada a jornada. Y quedan seis.
