La Rioja

Logroño elogia a su Semana Santa con el fervor de la jota

La Semana Santa no se entiende sin la iconografía de los pasos abriéndose camino a través de las calles. Tampoco sin el aroma a incienso purificando el aire en cada esquina por la que aparezca una procesión. Pero en el maremágnum sensorial que irrumpe cada Cuaresma el sonido juega uno de los papeles más destacados.

Y no solo por las marchas procesionales que acompasan el lento caminar de las andas. El canto popular se antoja como una de las formas más sentidas de transmitir fervor hacia las imágenes que cada primavera toman las calles para evocar la Pasión de Cristo.

Si en Andalucía la saeta rompe el silencio de un cortejo penitencial o acalla el bullicio de una concurrida calle, los cofrades logroñeses se han zambullido este sábado en la Semana Santa a lomos del canto bravío y lleno de sentimiento que es la jota, en vías de convertirse (o certificarse, más bien) como Bien Inmaterial de la Humanidad.

El grupo ‘Amantes de la Jota’ ha entonado llenado de jotas la atmósfera de la iglesia de Santiago, con motivo de la décima entrega de ‘Sones de Pasión’, un evento ya clásico en el calendario de Cuaresma logroñesa que no hace sino anticipar lo que está por venir: la primera Semana Santa en la que los pasos volverán a las calles tras tres largos años de confinamiento cofrade.

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