La Cocina Económica de Logroño ofrece alojamiento temporal en sus instalaciones para acoger a 14 personas que hayan migrado desde Ucrania como consecuencia de la guerra, así como comida porque “nadie debe pasar hambre, venga de donde venga”.
Así lo ha afirmado este jueves a EFE el director gerente de la Cocina Económica, Javier Porres, quien ha explicado que, en realidad, esta entidad tenía todos sus alojamientos ocupados, pero destinará a esta iniciativa unas instalaciones que, hasta hace unos meses, ocupaban las Hijas de la Caridad.
“Esas instalaciones las teníamos paradas, pero entendemos que las tenemos que reactivar para poder ayudar a quien sea. Entonces, ya están con sus baños, sus camas y su todo para estas 14 personas que hemos calculado que pueden entrar”, ha precisado.
Ha señalado que han contactado con Cocina Económica ucranianos residentes en Logroño cuyas familias se encuentran en proceso de llegada a La Rioja desde su país de origen y que “ya han recolocado a unas 30 personas en viviendas de particulares” que se las han ofrecido.
“Entendíamos que es lógico funcionar de una forma organizada junto con la Administración pública”, ha añadido Porres, para quien, ante la burocracia que existe, hay que “tirar para adelante y ayudar a la Administración, pero también a los particulares”.
Ha remarcado que, en “esta situación muy delicada”, las personas “están muy concienciadas y llaman para ver en qué pueden ayudar”; así como para pedir ayuda aquellos que la necesitan. Porres ha señalado que ya comen en Cocina Económica algunas familias de origen ucraniano que han llegado por “el conducto de Cruz Roja”.
“La gente tiene que valorar la posibilidad de acoger a una o dos personas, aunque sea en su propia casa. Esto es indefinido y no sabemos cuánto puede durar, pero quienes nos están llamando nos ha dicho que están dispuestos a asumir el tiempo que sea”, ha subrayado.
La Cocina Económica se inauguró en septiembre de 1894 con el objetivo de que a ningún logroñés le faltara alimento y que no lo recibiera como una limosna.
En la actualidad, sin abandonar su objetivo fundacional, cuenta con cinco proyectos fundamentales, como un comedor social, que mantiene desde que se puso en marcha a finales del siglo XIX; un programa de acogida y atención integral, desde 1994; y el centro de Educación Infantil Entrepuentes, desde 2005.
A ellos se suman el alojamiento alternativo Ricardo Rodríguez, desde 2005; y el edificio D. Domingo Álvarez, destinado a alojamiento y centro de día, desde 2018.
