Millones de personas celebran el Año Nuevo Chino este martes en todo el mundo. En La Rioja, alrededor de setecientas con algo más de contención que antes del COVID-19. Tras dos años sin apenas celebraciones, este año, dedicado al Tigre, se han reunido en familia, aunque lo habitual era hacerlo toda la comunidad para disfrutar de la noche más importante del año: la Nochevieja China. “Habitualmente lo hacíamos en el restaurante para así podernos juntar todos los que vivimos en Calahorra y algunos amigos españoles a los que solemos invitar pero este año cada uno lo ha celebrado en su casa”, explica Qiaoli, quien lleva más de treinta años viviendo en La Rioja.
Las tradiciones empiezan varias jornadas antes. Cada año la celebración tiene lugar un día distinto, pero siempre a finales de enero o principios de febrero. “Se celebra en la segunda luna nueva después del solsticio de invierno”, cuenta Qiaoli con voz de haber trasnochado más de la cuenta el día anterior.
“Los preparativos comienzan una semana antes. En China es la semana más importante del año. Se hacen festivales y la gente limpia a fondo las casas porque los dos días siguientes a Año Nuevo no se limpia nada. Sería como barrer la buena suerte que trae el año”, añade.
Lo habitual (las personas que se lo pueden permitir) es viajar estos días a China para celebrarlo con la familia, pero estos años ha sido imposible. “Allí hay que hacer una cuarentena muy larga. Catorce días en un hotel nada más bajar del avión, luego otros siete y, cuando llegas a tu municipio, otros siete días”, explica, destacando que al principio el gobierno pagaba esos hoteles. “Ahora lo tienes que hacer tú, así que supone más de un mes de vacaciones y encima un gasto casi inasumible”.
Así que Qiaoli y su familia este año lo celebraron en Calahorra sin dejar de lado las tradiciones más ancestrales de su cultura. “Te tienes que vestir entera de rojo. Todo se decora con ese color porque es el de la suerte en China”. Además, se colocan refranes chinos en la puerta como recuerdo al año vivido y con la intención de alejar los malos espíritus e imágenes de un Dios en la búsqueda de salud para el nuevo año.
La cena de la Nochevieja china es el momento más especial del año. “Toda la familia la prepara junta, aunque han cambiado un poco las costumbres. Nos hemos occidentalizado”, bromea Qiaoli. Y es que recuerda que en China es habitual comer una cabeza de cerdo entera entre la familia.
“Aquí lo hice el primer año, pero ya no lo hemos vuelto a hacer. Comemos pescado y, en muchos casos, comida a la que estamos ya más acostumbrados desde que vivimos en España”. ¿Por qué lo del pescado? “La palabra ‘pez’ suena muy parecido en chino a la palabra ‘sobra’. Es como una metáfora de comer lo que ha sobrado del año”, cuenta, poniendo el acento en que la forma más tradicional de cocinarlo es al vapor.
Lo que tampoco faltan son los regalos. “Nuestra tradición no pasa por hacer regalos como en España sino en entregar una bolsa roja con dinero de los mayores a los más pequeños: mis padres a mí y a mis hijas. Yo, a mis hijos y a mis sobrinos… siempre salen ganando los más pequeños”, cuenta.
“Después de tantos años en La Rioja no es el único día que nos hacemos regalos porque en vuestra Nochevieja también lo hacemos. Al final, hemos asumido las dos fiestas casi como propias”, reconoce. Y es que no hay mas que ver su casa. El árbol de Navidad aún sigue en el salón. “Lo guardo cada año hasta nuestra fiesta”.
En China, además, son tradicionales los fuegos artificiales en una noche tan especial. “Aquí casi nunca lo hacemos, pero en ciudades más grandes donde la comunidad china es más importante sí que han vuelto a retomar este año algunas tradiciones como esa”.
Con la esperanza de poder volver a ver a su familia en China posiblemente el próximo Año Nuevo (“si las cosas cambian”), la comunidad china riojana ha celebrado con contención su fiesta más importante del año. “Bastante mal lo llevamos pasando estos dos años con la pandemia”.
