Un estudio del ‘Shenzhen Kangning Hospital’ (China) ha desvelado que las personas que beben vino tinto, vino blanco y champán con regularidad tienen posibilidades de reducir el riesgo de COVID-19. Los investigadores también apuntan que el consumo regular de cerveza, sidra y licores, sin embargo, aumenta el riesgo de infección. Punto para el Rioja frente a otras bebidas.
“El riesgo de COVID-19 parece variar según los diferentes subtipos, frecuencia y cantidad de bebidas alcohólicas”, explican en un artículo publicado por la revista Frontiers in Nutrition. “La guía de salud pública debe centrarse en reducir el riesgo de COVID-19 mediante la promoción de hábitos de vida saludables y políticas preferenciales entre los consumidores de cerveza, sidra y licores”, añaden.
El estudio señala que las personas que beben vino tinto con regularidad (cinco vasos a la semana) tienen un diecisiete por ciento menos de probabilidades de contagiarse con coronavirus. Por otro lado, los que beben entre uno y cuatro vasos de vino blanco o champán tendrían un ocho por ciento menos de posibilidades de contagios que los no bebedores. Pero, importante, apunte: el porcentaje de protección no aumenta si se incrementa la cantidad de consumo de estas dos bebidas.
Los investigadores también han constatado que los bebedores de cerveza y sidra, independientemente de los vasos que beban a la semana, tienen entre un siete y un dieciocho por ciento más de posibilidades de contagiarse de COVID-19. Por lo general, a más alcohol duro consumido, más papeletas para contraer el virus.
Para llegar a estas conclusiones, el hospital chino ha tomado como muestra 473.957 registros médicos del Biobanco del Reino Unido (edad media de 69 años) con 16.559 casos de COVID-19, dividido en bebedores, exbebedores y abstemios.
Hay varias explicaciones posibles para estos hallazgos, según reza la investigación. “Los polifenoles, que están presentes en diversos grados en las bebidas alcohólicas, tienen propiedades antioxidantes, particularmente en los vinos, entre los cuales el vino tinto tiene las concentraciones más altas de compuestos fenólicos”.
Los estudios han demostrado que los vinos exhiben propiedades beneficiosas que son independientes de la presencia de alcohol y deben atribuirse a su contenido polifenólico. Por ello, el vino tinto proporciona beneficios adicionales a otras bebidas alcohólicas, probablemente por su mayor contenido polifenólico, al disminuir la presión arterial, inhibir la oxidación de partículas de lipoproteínas de baja densidad y otros efectos favorables sobre el estado redox celular, mejorar la función endotelial, inhibir la agregación plaquetaria, reducir inflamación y adhesión celular, y activar proteínas que previenen la muerte celular.
