La Rioja

El calendario de la huerta riojana arranca con el menguante de enero

Emilio González en la huerta de Mendavia

Entre amaneceres escarchados y blancas cencelladas, los terrenos fértiles de la huerta riojana aguardan sus últimos días de descanso antes de comenzar a dibujar surcos excavados donde irán sucediéndose las matas de ajos. Ya se sabe que “al menguante de enero, el ajete has de sembrar”, porque “cada día que pasa de enero, pierde un ajo el ajero”. Aunque si se prefiere, “por San Blas (el 3 de febrero), ajete, siembre uno y cogerás siete”.

Es más entrado el segundo mes del año, cuando el sol coge fuerza y las noches dejan de ser tan frías, cuando la faena se acrecienta. Desde unos invernaderos de Mendavia, Emilio González, que reconoce no ser muy refranero, recuerda aquellos años “de mucha faena” en los que llegaba febrero y tocaba sembrar los puerros, “tapándolos con los plásticos y quitando la mala hierba”. Un trabajo que ahora ya se ahorra porque adquiere la planta de un vivero de Calahorra: “Ahora apenas sembramos nada. Traemos las plantas con la raíz en bandejas listas para meterlas en la tierra y regarlas. Todo ha cambiado mucho para facilitar el trabajo en el campo”.

Pero este veterano hortelano que gestiona la empresa familiar asegura que lo que no ha cambiado son los vaivenes meteorológicos que obligan a no despegar la vista del cielo. “Este otoño ha sido muy bueno y todos los ciclos han seguido su curso, pero a ver cómo se desarrolla la primavera que es la época que más interesa para la siembra”.

Cuando llega marzo, toca sembrar el garbanzo, y se ha de tener en cuenta que por San Filemón (el 21 de marzo) las habas crecen un montón. Además, para tener un buen perejil, mejor sembrarlo en abril. Y a partir de ahí, tomates, alubias, cebollas, pimienta, calabazas, calabacines, pepinos, berenjenas, cardos, lombardas, pellas, berzas, borraja… Auténticos manjares terrenales que no se escapan de muchas manos.

Y lo cierto es que las ventas de plantas hortícolas para huertos particulares se mantienen estables después del ‘boom’ del año pasado. En Viveros Vivaria esperan el mayor pico de demanda para los meses de primavera, con mayo a la cabeza como el mes clave, aunque las plantas de cebolla de dulce y de ajos de siembra son las que más triunfan estos días.

“También se vende algo de guisante, haba y puerro, pero se nota que es con el buen tiempo cuando hay actividad. Las abundantes lluvias de diciembre paralizaron unas ventas que poco a poco se van retomando pero las previsiones son buenas para esta temporada porque muchos de los huertos que se inauguraron el año pasado se mantendrán en la presente campaña, con los tomates y los pimientos sembrados en primavera como plantas estrella de la huerta”, señala Bruno desde los invernaderos que la familia gestiona en Varea.

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