El Calahorra ha caído frente al Real Unión (2-4), en un encuentro con dos partes muy diferenciadas. La primera ha supuesto un auténtico torbellino ofensivo, con los ataques primando sobre las defensas. En la segunda, más control y táctica entre dos conjuntos desgastados físicamente por el gran esfuerzo de los primeros 45 minutos. Llamas y Pradera han castigado el esfuerzo de los riojanos en los últimos minutos, después de que los vascos se mostraran mucho más ambiciosos en el tramo final.
El partido ha salido frenético casi desde el inicio. Los guipuzcoanos querían dominar el balón, pero los riojanos se han anticipado a sus intenciones. Pasados los diez minutos, Zabaleta se ha proyectado por el costado zurdo y ha centrado hacia la cabeza de la ‘torre’ Jorge Martínez-Losa. Irazusta ha detenido el primer remate del arnedano, pero el cuero se ha quedado sobre la línea y el delantero solo ha tenido que meter el pie tras un despiste monumental de la defensa. Pero el 1-0 no ha durado ni dos minutos, pues Capelete ha empatado tras un despeje fallido.
Foto: CD Calahorra
La táctica no valía casi nada y los locales han vuelto a adelantarse. Zabaleta ha iniciado el peligro nuevamente, con un gran pase hacia el interior del área para Arias. Éste ha centrado hacia Martínez-Losa y tras un remate en semi-fallo, Carlos Vicente sí ha conseguido encontrar la red. Otra vez viento a favor para los riojabajeños, muy verticales y contragolpeadores. El peso del partido lo seguía llevando el Real Unión, que ha encontrado petróleo a balón parado. Testarazo inapelable de Carlos Bravo. De arriba a abajo, como mandan los cánones.
Cuatro goles en cuarenta y cinco minutos, los cuatro a partir de centros laterales. Tiempo de asueto, de bocadillo y de contemplar la maravillosa puesta de sol sobre el Valle del Cidacos. Los entrenadores, deseosos de más control y seriedad defensiva, a buen seguro no estaban contentos con tanto descontrol. El Calahorra había acertado más hasta el momento, pero se había replegado demasiado y tenía que recorrer muchos más kilómetros que su oponente para llegar al área. Los vascos, más diésel, reservaban energías para el final del partido. Plan acertado.
Foto: CD Calahorra
En los últimos veinte minutos se pueden ganar los encuentros. Zulaika solo ha hecho dos cambios hasta el añadido, Pradera y Elosegui, ambos por lesión. No les han hecho falta más a los vascos, mucho más frescos y plenos de confianza tras tumbar al Deportivo. A la hora de la verdad, se han lanzado hacia Iricíbar. Y aunque ha vuelto a hacer milagros, el meta vallisoletano no puede salvarlo todo. Tras detener dos ocasiones clarísimas a Pradera y Oyarzun, no ha podido hacer lo mismo con el disparo de Llamas. Y Pradera ha firmado la sentencia, dos minutos después.
De nada han servido los cinco cambios rojillos (Soto, Yurrebaso, Omar de la Cruz, Manu Ramírez y David Grande), porque su rival ha demostrado más entereza en los momentos clave. Los rojillos caen a los puestos de descenso y visitarán al Zamora el próximo domingo (18:00). Solo son ocho jornadas, pero las cosas no pitan del color de rosa y a pesar de las sensaciones, los detalles siguen cayendo en contra.
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