Las Bodegas Roda, Campo Viejo y Vinícola Real-200 Monges (Rioja), y la alavesa Solar de Samaniego (Laguardia) han sido galardonadas este jueves en Bilbao con los premios ‘Best Of Wine Tourism’ 2022, que concede anualmente la Red Mundial de Grandes Capitales del Vino.
Durante la gala de entrega de los Premios, celebrada en el Museo Guggenheim Bilbao, el jurado ha reconocido con una mención especial extraordinaria la larga trayectoria de La Vieja Bodega (Casalarreina, La Rioja) por su trabajo “referente en gastronomía”.
Al acto, organizado por la Cámara de Comercio de Bilbao, han acudido un centenar de invitados, entre empresas candidatas, autoridades, profesionales y representantes del sector turístico, vinícola y de restauración en Álava, Bizkaia y La Rioja.
El jurado ha valorado de la Bodega Roda (Haro, Rioja Alta) la implantación de un pionero sistema de energía termosolar cien por cien renovable, que produce agua caliente para la climatización con muy poco impacto visual en la cubierta del edificio. También ha destacado su larga trayectoria en sostenibilidad, que se encuentra en el centro de su discurso enoturístico.
Bodegas Campo Viejo (Logroño, Rioja Alta) ha sido galardonada también por la innovación enoturística del proyecto Color Lab Experience, una experiencia multisensorial que muestra cómo el color y la música pueden modificar la percepción de un vino. Este proyecto se encuentra a disposición de los enoturistas en Bodegas Campo Viejo en Logroño, aunque es portable y puede reubicarse a conveniencia.
También ha sido premiada la bodega Solar de Samaniego (Laguardia, Rioja Alavesa) por su gran proyecto de reinterpretación de la arquitectura industrial de los años setenta. Este proyecto se ha ejecutado durante cinco años (2015-2020) y abarca las dimensiones artística, cultural, arquitectónica, patrimonial y enoturística.
El jurado ha destacado asimismo el esfuerzo de Vinícola Real-200 Monges (Albelda de Iregua, Rioja Alta) en la conservación y difusión del legado cultural del desaparecido monasterio de San Martín de Albelda, sobre todo del Códice Albeldense (año 974), una joya de la miniatura altomedieval que recoge un amplio compendio del saber del siglo X.
