El Rioja

El legado de Carlos

De las faldas del León Dormido a las faldas del Moncalvillo para criar en tinajas de barro

Foto: Raquel Manzanares (EFE)

Poco más de veinte kilómetros separan Moreda de Navarrete. De las faldas del León Dormido a las faldas del Moncalvillo. Lugares emblemáticos ambos para los amantes de la bicicleta en la región como Carlos, quien reconoce que últimamente no sale tanto como antes. Recuerda con nostalgia cuando hizo el Camino de Santiago hace un par de décadas y promete ver más a su cuadrilla ciclista cuando termine de afinar sus proyectos. El último, una bodega con hotel en la segunda localidad mencionada. De Álava a La Rioja, pasando por Navarra. Esta lleva por nombre el de sus dos hijos y el suyo propio: FyA by Carlos Bujanda.

En un emplazamiento cercano al lugar en el que se descubrieron las primeras cepas de maturana tinta de Navarrete, Carlos Bujanda ha iniciado su segundo proyecto vinícola en Rioja (cuenta con otros dos en Rueda y Ribera del Duero). Quizás si le añadimos su segundo apellido, la historia comience a comprenderse un poquito más. Fernández de Piérola. Clásico. Histórico. “Una propuesta que no se enfrenta con la que ya tenemos sino que se complementa”. Por eso, inspirado en el pasado y con vistas al futuro, ha apostado por un proceso de vinificación que no podía tener mejor localidad en La Rioja: la crianza en tinajas de barro, complementado con la crianza en las clásicas barricas de roble.

Cerca del imponente edificio pasaba antes el Camino de Santiago, ese que Carlos recorrió en bici hace ya un cuarto de siglo. “Llegaba por la trasera de la bodega”, rememora. La ruta hacia Compostela cambió con el paso del tiempo y se adaptó a los nuevos tiempos. Cosas del turismo, el vino y la vida. Cerca había una finca con cepas que pusieron unos agricultores de Navarrete, las llamadas de maturana. A la llegada de los técnicos, sorpresa. “Les dijeron que no era, que de maturana sólo tenía el nombre”. Una variedad nueva. “Tenía cercanía a la variedad francesa castets, ya casi extinguida, con primos hermanos como la cabernet sauvignon y la carménère”. Esta uva, que ahora espera su crianza en los viñedos de la propia finca, se caracteriza por ser muy pequeña. “Granitos pequeños. Concentrados los hollejos y el color con compuestos aromáticos”.

Foto: Raquel Manzanares (EFE)

“Piérola es nuestro apellido”, reconoce Carlos, poniendo el acento en que no deja de ser una bodega familiar. “Félix y Ana son mis hijos”. De ahí ese FyA, que busca acercarse a esa nueva generación que quizás no mantiene los mismos “códigos” que ha tenido hasta ahora el mundo del vino. “Ahora hay nuevas marcas, nuevas etiquetas y nuevos registros”. Y más confesiones. “Participamos del viñedo y la realidad, trasladamos los valores de esta zona porque nuestra profesión es la de viticultores”. Por eso, el jardín de la bodega cuenta con las catorce variedades de uva amparadas por la Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja.

“Queremos explicar y apostar por las variedades de calidad”, detalla desde la terraza con vistas al viñedo, donde Carlos otea el horizonte y reflexiona sobre el futuro del sector en la región. Mientras tanto, desgrana su nueva niña bonita. “Esto es un proyecto enológico y un hotel. Queríamos hacer a la gente partícipe de las dos realidades del vino y que entendieran el relato”. Incluso el edificio está pensado para ello y de ahí sus colores. “Era relevante dar estética con fuerza y trabajamos por su notoriedad. Queríamos que el edificio también diera un impulso al proyecto y no fuera sólo un florero. Además, que estuviera inmerso en el paisaje y no ajeno”.

Tres colores en su fachada. Las tierras “dominantes” en la tierra del Rioja: teja (arcillas ferrosas), ocre (arcilla calcárea) y chocolate (aluviales). “Todo ello forma un color tinto. Color Rioja. Todo confluye”, comenta Carlos, quien da al proceso de la vinificación un toque místico “por ese morir de la uva en su propia tierra” al criar el vino en las tinajas de barro navarretano.

Foto: Daniel Acevedo

¿Y por qué las tinajas? “Ha existido en la historia del vino y de Rioja, pero se perdió porque la barrica tiene varias ventajas competitivas como el movimiento en el envasado”. El barro para construir las cuarenta tinajas que Carlos tiene en su bodega salió del propio suelo navarretano. Meca de la cerámica y la alfarería riojana (una de las más importantes del norte de España). Sin embargo, su realización tuvo que encargarse fuera porque no había hornos tan grandes en el municipio. Hechas a mano para dar cabida a mil litros de vino, “están adaptadas al siglo XXI”. ¿Cómo? “Tienen forma de huevo para que el vino no se vaya por las paredes, se ha cambiado su dimensión, se ha adaptado para el control del llenado y se les ha dado salida para lavarlas bien”.

“No son lo mismo 1.000 litros que 200 ó 10.000”, explica, ya que el objetivo de este proceso de vinificación es “preservar la frescura frutal con la estabilización que permite la tinaja”. Esto permite crear vinos más longevos y un encuentro más escueto en boca, añade Bujanda. “Tiene una sensación redonda y menos agresiva”. Cosa de tendencias. “Antes, Rioja quería aromas terciarios y barrica. Esa realidad ha puesto en valor la denominación, pero ahora el mercado quiere vino más frutales, más modernos y sin tanta madera”. Por eso un viaje desde Moreda hasta Navarrete. “Queríamos estar en las faldas de Moncalvillo por altura, frescura y para favorecer ese tipo de vino”.

Foto: Daniel Acevedo

La cuadratura del círculo la dan el tempranillo viejo y el viñedo de la zona: Navarrete y Medrano. En 2020 ya recogieron alrededor de 700.000 kilos de uva y en 2021 llega su tercera vendimia, a la vez que sale al mercado el primer vino de este nuevo proyecto. “Pasa seis meses en tinaja, seis meses en barrica de roble americano, seis meses en barrica de roble francés y seis meses en botella”. ¿Para qué? “Para no perder complejidad (elemento de crianza) y buscar sabores primarios”. Cosa de tendencias, decíamos antes, aunque sin perder la esencia que siempre ha abanderado el Grupo Piérola.

Más allá del vino

El legado de Carlos en Navarrete se completa con la parte enoturística: un museo de alfarería que sorprende por su cantidad, variedad y calidad. Todo surgió de una oportunidad que le brindó el experto en arte y amigo Enrique Martínez Glera. Cántaras, garrafones, botijos, tinajas… la mayor colección de España con más de mil piezas provenientes de toda la geografía riojana. Lo mismo Logroño que Arnedo, Alfaro o Navarrete, por citar algunas localidades.

Carlos Bujanda adquirió esta colección única que ahora muestra en casi todos los rincones de su bodega. Un recorrido turístico diseñado por el propio viticultor, Martínez Glera y Toño Naharro (alfafero de Navarrete). Así, a mitad de visita, uno puede contemplar varias ollas de cofradía de los siglos XVIII y XIX mientras aguanta el resuello entre escalón y escalón. Todas las piezas tienen su historia. Por ejemplo, una cántara de Fuenmayor sellada por su propio ayuntamiento al tener la “medida oficial” o una vasija en la que se puede leer “Pedro Sarabia de Enciso” en alusión a su propietario.

Foto: Daniel Acevedo

Recientemente, Martínez Glera reconocía que empezó a recopilar esta colección en 1975 y que llegó a las 1.250 piezas. Le dedicó incluso su tesis doctoral. “Detrás de esta colección hay mucho esfuerzo y mucha inversión. En alguna ocasión tuve que pedir un préstamo al banco”, relataba, reconociendo que alguna vez adquirió 150 piezas de un mismo lote aunque sólo le interesaba una de ellas. Como entonces regentaba una tienda de antigüedades, podía darles salida a aquellas que menos le interesaban.

Todo antes de llegar a un espacio conocido como “el mirador del tiempo”, donde Bujanda ha buscado una alegoría entre la modernidad (bosques de roble), el vidrio (minerales) y el corcho. Un cuento con final feliz frente a cerca de mil barricas (Sant Martín, Murúa, Martínez Velilla, Berthomeu…) para respirar ese aire tan característico de una bodega. Ese tan reconocible al cerrar los ojos para aquellos que tienen la suerte de visitar el paraíso vinícola. Ese paraíso que ahora cuenta con una nueva sucursal en Navarrete con las tinajas de barro como protagonistas.

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