Por tierra, agua y aire. Las calles de Entrena se han convertido en un auténtico campo de rastreo donde efectivos del Instituto Armado han desplegado un amplio operativo de búsqueda. Javier Ovejas Abad, vecino de 31 años de este municipio y natural de Cornago, permanece en paradero desconocido y agentes de la Guardia Civil y del Seprona, así como voluntarios civiles, no desisten en las tareas de rastreo desde hace dos semanas.
Desde que desapareciera el pasado 29 de julio, familiares y amigos del joven se han unido a las actuaciones de las Unidades del Servicio de Seguridad Ciudadana, el Servicio Cinológico con perros especialistas en la búsqueda de personas desaparecidas, así como a la Unidad de helicópteros de la Guardia Civil con base en Agoncillo, para colaborar en las batidas ciudadanas organizadas por los agentes y el Ayuntamiento del municipio.
Fue la pareja del desaparecido, con quien residía desde hacía algunos meses, quien interpuso una denuncia en el cuartel de Villamediana al ver que no regresaba a casa, poco antes de localizar el coche en el que Javier fue visto por última vez con su perro. Una semana después de dar la voz de alarma, los agentes trasladaban al calabozo al único detenido por su desaparición, un hombre de mediana edad y también vecino de Entrena. Actualmente, y desde hace cuatro días, este se encuentra en prisión provisional comunicada sin fianza.
Foto: EFE/Raquel Manzanares.
Un caso que deja en vilo a la localidad y a la región y que por el momento se encuentra bajo secreto de sumario mientras se desarrolla la investigación, por lo que el Instituto Armado ya ha indicado que no prevé informar hasta que este no se levante.
De formas paralela a la batida ciudadana, miembros del servicio de criminalística de la Guardia Civil continúan con la investigación en las propiedades del detenido mientras la familia aborda la situación “destrozada”, tal como señala Jesús Ángel Rezola, alcalde de Cornago y amigo de la familia del desaparecido al programa de Tele 5.
Fachada de la casa del detenido por la desaparición de Javier Ovejas en Entrena. Foto: EFE/Raquel Manzanares.
La radiografía del detenido
El entorno de Javier, en declaraciones a ‘El programa del Verano’, declaró cómo la víctima y el detenido, ambos con antecedentes, eran amigos desde hacía escasos meses gracias a otro amigo en común. La hipótesis que baraja la investigación es que Javier entró en la casa de Óscar la noche que desapareció y ya nunca más se supo de él.
El testimonio de una persona del entorno del detenido y el desaparecido arroja contundentes afirmaciones: “Óscar era un mal bicho, ha sido toda la vida un mal bicho. Y Javi era un listillo, un oportunista. Y también era un poco mangui. Era un crío, tenía 30 años y el otro tenía 50”.
Unas declaraciones que puso en conocimiento de la Guardia Civi cuando le citaron a declarar. “Con esa gente vas a tener problemas siempre, con el uno y con el otro. De robarse unos a otros y de drogas. Óscar llevaba muchos años drogándose. Lo que consume es anfetamina y eso no te deja dormir”, añade al tiempo que asegura haberle visto golpeando a un perro y pegando tiros desde el patio de su casa.
Lo cierto es que el único detenido por la desaparición de Javier ya había estado en prisión y en el año 2016 fue la última vez que le detuvieron por un delito de maltrato animal en lo que se conoció como el ‘Guantánamo canino’. La Policía Nacional rescató a 29 perros encadenados, con heridas y sin agua en una finca de Entrena propiedad de Óscar. La sentencia le prohibía tener animales a su cargo pero en el momento de la detención encontraron tres perros en su vivienda además de otros animales como aves exóticas.
Violento y obsesionado con los animales es como califican a este individuo de 43 años que ya no tenía relación con su familia. Sin embargo, ‘El Programa del Verano’ logró hablar con su padre, quien mostró su deseo de que Javier apareciese y la obligación de su hijo de cumplir condena si tuvo algo que ver con su desaparición.
