Elena Eguizábal, presidenta de la AECC en La Rioja desde 2019, se define como una persona que tiene “vocación por el servicio” y por ello no dudó en dar un paso adelante y aceptar el cargo. Aunque se haya comprometido durante cuatro años, es muy probable que esté el máximo de tiempo posible, que son ocho años. Cuando le toque ceder el testigo lo hará encantada porque “siempre es bueno que haya personas nuevas con ilusión y con ideas diferentes para liderar este proyecto”.
– ¿Qué significado tiene la AECC para usted?
– Para mí, la asociación es la oportunidad de poder ayudar a las personas a pasar por el difícil momento de un proceso oncológico y ayudarlas a que tengan unos hábitos de vida más saludables. Es importante ayudar a la labor de la investigación contra el cáncer, en la medida de lo posible, para que los índices de supervivencia sean cada vez mayores. Poner un granito de arena en la lucha contra el cáncer en La Rioja es fundamental.
– ¿Cuál es su papel en la asociación?
– Dentro de la asociación hay numerosos voluntarios, socios y profesionales que ayudan a llevar a cabo la misión que es la prevención de la enfermedad, el acompañamiento y el apoyo en la investigación. Yo soy voluntaria y formo parte de los órganos del gobierno que, de alguna manera, decidimos qué es lo adecuado para cada ocasión. Como presidenta, me encargo de la dirección de la asociación y de la representación con la opinión pública y con los medios de comunicación. Es muy importante darnos a conocer y ser los altavoces de la asociación aquí en La Rioja.
– ¿Qué labores desarrolla la asociación?
– Hay tres líneas diferentes como son la de prevención, la de acompañamiento y la del apoyo a la investigación. En prevención tenemos el impulso de programas de ‘screening sanitario’, del cáncer de mama, cérvix y colon. Impartimos charlas informativas y divulgativas, además de cursos para dejar de fumar y campañas de sensibilización como sería la de la importancia del uso de protección solar.
Dentro de la de acompañamiento tenemos una serie de ayudas en material ortoprotésico para quienes lo necesiten, así como alojamientos y pisos de acogida totalmente preparados para evitar los gastos de desplazamiento a pacientes y familiares. También contamos con una serie de ayudas económicas para aquellos pacientes que no puedan llegar a fin de mes. Es súper importante contar con ayuda psicológica para afrontar la enfermedad y, en algunos casos, para afrontar el duelo. Y para que la gente que está pasando ese proceso se olvide durante un tiempo, contamos con cursos de pintura y vamos a hacer marcha nórdica dentro de poco.
– Y, ¿cómo se apoya a la investigación contra el cáncer?
– Ahí entra la ‘Carrera de la Mujer por la investigación’ en La Rioja. Gracias a ella podemos contar con cuatro becas completas de personas que están haciendo su tesis doctoral en la investigación contra el cáncer. No solo nos centramos en el cáncer de mama, como piensa mucha gente por la presencia del color rosa, sino que estas personas se están encargando de investigar sobre el cáncer de pulmón, crear vacuna terapéutica para tratamientos dirigidos a las células cancerígenas, investigar sobre el origen del cáncer con una detección precoz e intentar que sea con análisis de sangre y otra del origen del cáncer en general.
Gracias a que las mujeres riojanas son muy solidarias y a esas 11.000 inscripciones en la carrera de la mujer, hemos podido incorporar en este año tan difícil una quinta beca que entrará en marcha en octubre. Por eso, volvemos a promocionar este año la carrera de la mujer, que se celebrará del 10 al 12 de septiembre. La carrera no puede parar porque son fondos de investigación en la esperanza de mucha gente. Además, este año celebramos del 30 de abril al 2 de mayo una carrera de bici mixta para recaudar fondos.
– Antes ha hablado de la importancia de proponer ideas nuevas, ¿hay alguna novedad en la asociación?
– El piso de acogida es una de las novedades que pusimos en marcha hace seis meses, pero hasta hace dos no había entrado a vivir nadie. Aprovechamos la herencia que nos dejó una persona para poder contar con servicios de limpieza y suministros en el piso. También hemos creado un servicio de fisioterapia oncológica y está teniendo mucha acogida. Con eso intentamos tratar a las personas que tengan secuelas tras la enfermedad, problemas con cicatrices…
Cualquier tipo de problema causado por el cáncer en el que un fisioterapeuta pueda ayudar. Algo muy interesante y que queremos que se lleve a todos los ámbitos, es un programa de acompañamiento a pacientes con tumores digestivos. Creamos una especie de terapia de grupo en la que pacientes que ya han pasado por ello les ayuden a aceptar la enfermedad. Aunque este programa ya existía, anteriormente se hacía con mujeres que habían sufrido cáncer de mama y se llama ‘Mucho por vivir’. Intentamos cubrir todas las necesidades que puedan tener nuestros pacientes.
– Por último, ¿cómo animaría a la gente para que colabore con la asociación?
– Hay veces en las que simplifico mucho las cosas, y en el caso de para qué estamos en esta vida yo lo simplifico diciendo que en esta vida estamos para pasarlo lo mejor posible y para ayudarnos los unos a los otros. Normalmente, una cosa redunda en la otra porque cuando haces una actividad o algo de ayuda a los demás te sientes bien y eso te hace ser más feliz. Con esta filosofía, en diferentes temporadas tenemos que tener la capacidad de pedir ayuda y otras nos toca ayudar, debemos tener la generosidad de hacerlo. Animo a las personas a que se apunten como voluntarios o como socios porque recibes más de lo que das. Esa satisfacción y ese bienestar interior que te da ayudar a los demás cuando puedes hacerlo, es muy gratificante. Toda ayuda es bien recibida y como decimos siempre: “Juntos somos más fuertes contra el cáncer”.
